Tras el éxito de crítica y público conseguido en Madrid, donde fue presentada el pasado mes de octubre, la compañía Frésame puso ayer en escena en el auditorio de Can Ventosa la obra «Elsa Schneider», de Sergi Belbel. Dirigida por Julián Quintanilla, este drama actual sobre tres mujeres abocadas al suicidio estuvo interpretado por las jóvenes actrices Belén Guerra, Sonia Baena y María Isasi. Esta última, hija del director de cine Antonio Isasi, vivió durante su adolescencia algunos años en Eivissa; por tal motivo se mostró especialmente ilusionada con actuar por primera vez en la isla.

Partiendo e la novela «La Señorita Elsa», de Arthur Schnitzler, y de la biografía de la malograda actriz Romy Schneider, «Elsa Schneider» es un personaje nacido de la fusión de ambas, que refleja un mundo despreocupado por la comunicación, donde las relaciones interpersonales son frías y ligadas a intereses que van más allá de la integridad humana; un mundo que se mueve por los caprichos egoístas de los que manejan el poder o el dinero.

Julián Quintanilla, el joven director de 23 años, explicó a este periódico que lo que había intentado con la puesta en escena de «Elsa Schneider» era «resaltar las características que unen a estas tres mujeres, que tienen que luchar contra el mundo que les rodea para vencerlo e intentar ser libres.