P. TUR Las esculturas del artista brasileño Paulo Viheira convivirán con el mar y las piedras del zona de es Codolar durante un mes, gracias a la exposición que inaugurará esta misma tarde a las ocho en el restaurante Cap d'es Falcó.

Viheira ha planteado una muestra en la que se alternan las esculturas de gran tamaño, situadas al aire libre, con piezas de dimensiones más reducidas que se ubicarán en el interior del local. El artista explica que sus creaciones están pensadas para ser instaladas a la intemperie.

En sus trabajos, Viheira combina piezas metálicas de desecho (como ruedas y cuerpos de bicicleta) con maderas como el cedro y la caoba, las cuales tiñe con tintes naturales con base de alcohol.

Viheira, que expondrá una veintena de piezas en Cap d'es Falcó (algunas de ellas pensadas como móviles), lleva residiendo en Eivissa desde hace casi doce años. Estudiante de Bellas Artes en su país de origen, Brasil, el escultor perfeccionó su técnica con sendos viajes a Marruecos e India. En el primero de estos países estudió la talla de madera, mientras que en el segundo aprendió diversos procedimientos para la elaboración de tintes.

Su llegada a Eivissa tuvo algún componente de casualidad, ya que Viehira conoció la isla al visitarla con unos amigos, camino de Florencia, ciudad en la que le fue concedida una beca.

Como él mismo explica, Eivissa le conquistó y olvidó la beca, fijando aquí su residencia.