El conseller de Cultura del Govern balear, Damià Pons, con responsables de su departamento, en su visita ayer al Consell Insular. FOTO: V. FENOLLOSA.

«Es bueno que la Administración se haga cargo de teatros históricos como el Pereira, porque a nivel privado es difícil que tengan viabilidad económica». Con estas palabras, Damià Pons, el conseller de Cultura del Govern balear, expresó ayer en su primera visita institucional a Eivissa la intención de promover la adquisición del Teatro Pereira como uno de los objetivos prioritarios de los nuevos responsables políticos: «Hay que hacerles comprender a los actuales propietarios que este local ha de tener una función social altruista e intentar que la colaboración con ellos sea positiva», apuntó.

Acompañado por Pere Muñoz, director general de Cultura, de Joan Meliàs, director general de política lingüística, y Fanny Tur, consellera de Cultura del Consell Insular, Damià Pons expresó su deseo de cooperación con los consells: «Queremos que haya una relación de cooperación complementaria y no de competitividad, disputa ni protagonismo. Para ello tendremos una reunión trimestral entre los responsables para elaborar proyectos de manera conjunta y coordinada», precisó. El primer encuentro interinsular se celebrará en septiembre en la isla de Eivissa.

Al estar transferida las competencias de Cultura a los consells, Damià Pons puntualizó que en esta legislatura se evitaría «la intromisión que ha habido por parte del Govern en los consells en los últimos cuatro años», precisando cuáles son las funciones de cooperación entre ambas instituciones: «Al Govern le corresponde la proyección de la cultura balear hacia el exterior, estimular los intercambios culturales entre las islas para conocernos más y mejor, rentabilizar mejor las cosas que se hacen en cada una para que lleguen a las otras, y el mantenimiento de los grandes equipamientos culturales que necesite cada isla». Entre estos, señalo la necesidad de que Eivissa cuente con una gran biblioteca para toda la isla, como las que ya existen en Mallorca y en Menorca.