La cantaora La Niña de la Puebla falleció ayer a los 90 años de
edad en el hospital malagueño de Carlos Haya, donde estaba
ingresada en la UVI tras sufrir un derrame cerebral el pasado
sábado mientras recibía un homenaje de una peña en Huelva.
Su hijo Pepe Soto Jiménez afirmó inmediatamente después de
producirse su muerte, a las 17.20 horas, en el programa de Tardes
con Teresa de Radio España que su madre «era una mujer que nació y
vivió para cantar» lo que se ha demostrado con su muerte que «se ha
producido sobre un escenario». «A ella le hubiera gustado que se la
recordara por una canción muy especial que cantaba con mi padre,
que es una colombiana que se llamaba Serranía del Brasil », afirmó
su hijo, que explicó que, a pesar del derrame sufrido, su madre
estaba «estupendamente y era una mujer que no había padecido nunca
de tensión». Para su hijo, parte de su sensibilidad «tal vez se
debiera a su falta de vista», ya que ella se «creó su mundo, muy
especial».
El pasado día 12 de diciembre el Gobierno le otorgó la Medalla
de Oro al Mérito de las Bellas Artes, que le iba a ser impuesta el
próximo 22 de junio en Santiago de Compostela. Precisamente, según
apuntó su hijo, el pasado viernes estuvieron hablando con ella para
ultimar los detalles del viaje, que finalmente no podrá
realizar.
El presidente de la Asociación Nacional de Críticos de Flamenco,
Gonzalo Rojo, destacó ayer que «hemos perdido a una gran persona y
a una gran conocedora de todos los estilos flamencos, especialmente
de palos en desuso, que cultivaba en ámbitos íntimos y familiares».
«Todo lo que se le pidiese para festivales benéficos lo hacía
enseguida, de manera totalmente desinteresada; y era muy querida
por todos los aficionados, fueran defensores del flamenco ortodoxo
o heterodoxo. señaló.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Periódico de Ibiza y Formentera
De momento no hay comentarios.