Un narco reclama al comprador que le pague la droga que la policía le acaba de incautar

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Acto seguido, los policías comprobaron que los dos jóvenes emanaban un fuerte olor a marihuana, manifestando uno de ellos de forma espontánea que se había fumado un cigarro de liar que se había encontrado en la calle. El problema para los implicados llegó cuando los agentes reconocieron al joven ecuatoriano por intervenciones anteriores y su supuesta implicación en temas de trapicheos de drogas. Entre sus pertenencias, en el momento de la intervención policial portaba una navaja, una báscula de precisión, sustancia blanca pulverulenta, al parecer cocaína, trozos de plástico para dosificar la droga y dinero fraccionado. Es decir, todo lo necesario para deducir que se trataba de un punto de venta de droga móvil.

La anécdota de la jornada la protagonizó el presunto narco que, ni corto ni perezoso, miró al comprador y le dijo que le tenía que pagar la droga que la policía le había incautado porque ya la tenía en su poder y era suya. Al detenido, que le constan antecedentes policiales por hechos similares, se le practicó un cacheo y se procedió a su detención.