¿Se podrá ir a trabajar siendo positivo? Sí. Los expertos piden que, en estos casos, se sigan a rajatabla las medidas de prevención y se restrinja la actividad social unos diez días, pero el mensaje es que la vida sigue. En caso de duda con la sintomatología habrá que llamar al centro de salud, como sucede con cualquier otra patología, y ser visto por un médico que decidirá, según criterios clínicos y no de salud pública como hasta ahora, si procede hacer un test de diagnóstico.
Salut pasará a contabilizar sólo los casos graves y los de pacientes vulnerables. Se considera como tal a los mayores de 60 años, los inmunodeprimidos, las embarazadas o los profesionales que trabajen con ellos y, en estos casos, independientemente de los síntomas que presenten, sí deben aislarse y acudir siempre al centro de salud. Los colectivos mencionados son los únicos para los que sigue vigente el aislamiento domiciliario hasta que se mejoren o no presenten síntomas. Será especialmente necesario que este público siga a rajatabla la estrategia de vacunación que va por la tercera dosis, aunque ya se ha empezado a hablar de una cuarta.
La decisión se ha tomado a nivel nacional por dos motivos: por un lado el alto porcentaje de población vacunada que ha desarrollado inmunidad y por el otro porque la variante ómicron ha demostrado ser más benigna. «Es complicado, estamos diciendo lo contrario de lo que se ha hecho hasta ahora porque hay un cambio de paradigma», reconocía ayer la directora general de Salut Pública, Maria Antònia Font. «Es un paso a la normalidad porque hay que convivir con el virus».
Sin embargo si los seis indicadores (entre los que primará la ocupación hospitalaria) se disparasen habrá que revertir la estrategia. En cualquier caso será una decisión tomada a nivel nacional en función de si la mitad de las comunidades o el 80 % de la población sigue en riesgo bajo de transmisión como hasta ahora.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Periódico de Ibiza y Formentera
De momento no hay comentarios.