Boya participó en un encuentro con representantes del Govern, junto con otras instituciones públicas y diversas entidades de Balears en la que se habló de la sobrepoblación de las Islas frente a la España vaciada, un concepto que la misma presidenta del Govern, Francina Armengol, llevó a la última Conferencia de Presidentes para que se valore de cara a un nuevo sistema de financiación autonómica.
«Esto no forma parte de mi negociado, lo define el consejo de política fiscal, pero son elementos que hay que tener en cuenta», dejó caer Francesc Boya.
La consellera de Hisenda i Relacions Exteriors, Rosario Sánchez, incidió en el incremento intenso de la población las últimas décadas y el impacto de la población flotante estacional.
«Existen diferentes desequilibrios poblacionales que se tienen que considerar, y que tienen que ver con las altas o bajas densidades de población», dijo. De hecho, Balears ha incrementado su censo en un 39%, más del doble que la media española (18%) los últimos 20 años, a lo que hay que sumar el peso de la población flotante, aquella formada básicamente por los turistas, los trabajadores de temporada o el turismo residencial.
Por su parte, el conseller de Medi Ambient, Miquel Mir, incidió en la repercusión derivada de estas peculiaridades demográficas. «La paralización del sector turístico supuso que la desalinización se haya reducido en un 40% respecto a 2019», observó. «También se vio su efecto en la gestión de residuos. Así, entre agosto y enero de 2020 cayó un 35 % en Mallorca», añadió.
Desde el Govern balear se defiende que los ciudadanos de las Islas no tienen que asumir estos costes y piden al Estado que tenga en cuenta la realidad del archipiélago a través del secretario general. Boya recogió los diferentes puntos de vista para elaborar la estrategia nacional frente al reto demográfico.
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En el censo se incluyen: chupopteros, vividores, especuladores todos ellos ocasionales. Cuando la bolsa deje de sonar, se irán.