El estudio de la CAEB, que se ha publicado este jueves, confirma que el tránsito de la economía balear hacia la 'nueva normalidad' «está siendo más lento de lo esperado, dada la gravísima pérdida de actividad turística que ha sufrido el archipiélago» durante los meses centrales de la temporada alta.
De este modo, la presidenta de CAEB, Carmen Planas, ha señalado que «los datos de este informe de coyuntura económica del tercer trimestre y los que ya vamos conociendo del cuarto apuntan a que la evolución de la economía de Baleares acabe 2020 con una contracción cercana al 25% y un retroceso que duplicaría al de la media nacional».
Según ha comunicado en una nota de prensa, desde el punto de vista de la oferta, el informe destaca el sector servicios ha sufrido un retroceso del 33,2%, frente al 37,8% en el segundo trimestre.
Todos los indicadores confirman «el fuerte golpe» que la pandemia ha ejercido sobre el turismo ya que, según CAEB, han caído desde el índice de la cifra de negocios (-43,1%) a la afiliación (-15,2%), en un contexto en que la contracción de la afluencia turística (-74,3%) ha supuesto, en términos absolutos, la pérdida de más de seis millones de turistas respecto del mismo periodo del año anterior.
En cuanto al sector industrial, el escenario recesivo y el aumento de la incertidumbre en los mercados ha condicionado la evolución de los principales indicadores a lo largo del tercer trimestre. Este es el caso del índice de producción industrial (-21,1%), de la afiliación (-4,6% vs ) o de la demanda de energía por parte del sector (-16,5%).
Una dinámica que, en conjunto, explica que el sector haya experimentado por segundo trimestre consecutivo una contracción superior a los dos dígitos, concretamente del 14,7%, pese a la reducción de las restricciones.
El marcador de crecimiento del sector de la construcción balear ha saldado el tercer trimestre con una contracción del 9,2%, claramente inferior a la del trimestre anterior (-20,9%) y a la experimentada por su homologo nacional (-11% vs -27,5%, 2º trim).
CAEB ha señalado que este mejor comportamiento se debe a los proyectos pre-COVID. Así, experimentaron los visados de obra en el tercer trimestre del 2019 (8,9%) y cuyo periodo de ejecución se extiende a una media de cuatro trimestres vista.
Desde el punto de vista de la demanda, el ritmo de crecimiento del consumo se ha contraído un 31,3%, tasa que, a pesar del efecto positivo derivado de la relajación inicial de las medidas restrictivas, la mayor libertad de movimiento y el descenso de los precios de consumo (-0,6%), se ha visto perjudicada por la factura laboral (-13%) y los efectos asociadas sobre el patrón de consumo tanto de residentes como de no residentes.
No en vano, las ventas minoristas han descendido (-15,9%), en un contexto en que el gasto de no residentes se ha reducido cuatro terceras partes (-82,4%).
Por otro lado, la inversión ha sufrido una contracción del 17,6%, como consecuencia de «la elevada incertidumbre y el descenso en las expectativas empresariales». Y es que, la confianza empresarial ha retrocedido de nuevo (-29,9%), al igual que el número de empresas afiliadas (-10,1%) y la demanda de bienes de equipo (-62,2%). Así mismo, la inversión en construcción ha saldado el tercer trimestre con una nueva reducción de los presupuestos de proyectos de visados de obra (-21%).
El estudio de CAEB señala que la mayor orientación de la estructura productiva de Ibiza y Formentera hacia los servicios explica que el diferencial negativo de crecimiento se haya ampliado, de nuevo, frente al resto de islas. Y es que, el PIB de les Pitiüses ha retrocedido un 34%, claramente por encima del de Mallorca (-29,5%), y de Menorca (-29,2%).
Esta situación se observa en el ámbito laboral, dónde les Pitiüses han destruido ocupación (-21,1%) en mayor medida que Mallorca (-11,5%) y Menorca (-13%).
Y es que por el lado de la oferta, el sector servicios, y más concretamente las ramas más vinculadas al sector turístico pitiuso, han experimentado la mayor contracción de afiliación del archipiélago (-30,9% vs -25,2%, Menorca).
Por el contrario, el sector de la construcción en les Pitiüses ha mostrado un mejor comportamiento en comparación con Menorca, tanto en términos de afiliación (5,2% vs 1%, Menorca), como en la descarga de mercancías de graneles sólidos (-18,8% vs -31,7%, Menorca). En cambio, en el sector industrial han mostrado comportamientos muy semejantes, tal y como indica el retroceso de la demanda eléctrica (-24,3% vs -24,5%, Menorca).
Por el lado de la demanda, el consumo pitiuso ha sumado a los efectos derivados de una incertidumbre creciente, el impacto que sobre las expectativas de las familias ejerce el aumento del paro registrado (144,5% vs 97%, Menorca). Unas circunstancias que también han lastrado la inversión, tal y como lo corrobora la reducción en el número de empresas afiliadas (-13,4% vs -10,2%, Menorca).
Ante estos datos, desde CAEB han resaltado que los meses de enero y marzo serán decisivos para el 2021, pues la evolución de los rebrotes, la reapertura turística del archipiélago y el rol catalizador de la vacuna determinará el ritmo de la recuperación.
Con todo, desde CAEB han considerado «fundamental» realizar un planteamiento estratégico de reapertura turística que permita transitar con éxito el periodo prevacunal con una actuación integral, simultánea y armonizada en cuatro ejes: territorio, movilidad y fronteras, instalaciones y servicios y actividades en destino.
En este sentido, Planas ha destacado que «de cara al año que viene, es absolutamente necesario que Baleares sea eficaz a la hora de resolver tres grandes retos: controlar la pandemia, reabrir nuestra actividad turística y captar fondos europeos».
Para la presidenta de CAEB, «estos tres retos: salud, turismo y financiación, van a marcar, sin duda, un 2021 incierto en el que la clave será la colaboración público-privada para dar seguridad a empresas y trabajadores».
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