El conseller insular y presidente del IMAS, Javier de Juan, ayer en el Consell | MIQUEL A CANELLAS

«Claro que hemos fallado en cosas pero estamos hablando de culpabilizarnos de algo que, por más que nos empeñemos, no podemos erradicar», de esta manera reconocía su responsabilidad y a la vez se eximía de ella el presidente del Institut Mallorquí d’Afers Socials (IMAS), Javier de Juan, que compareció ayer a petición propia en el Consell de Mallorca para dar luz a los 16 casos de explotación sexual detectados en menores bajo la tutela de la institución.

Al finalizar, no conformes con lo expuesto, los grupos de la oposición PP y Vox siguieron pidiendo su dimisión. En su turno de réplica, De Juan advirtió: «Yo dimitiría ahora mismo si se acabase la problemática de los abusos sexuales infantiles... Ahora».

El máximo responsable de la protección de los menores tutelados de Mallorca comenzó reconociendo la gravedad de unos hechos que «no han sido provocados por la institución que yo presido pero de los que debemos asumir nuestra parte de responsabilidad». De Juan incidió que la explotación sexual a niños protegidos no es un problema exclusivo de ahora, ni de esta comunidad, ni siquiera ocurre sólo entre estos niños y explicó que «no se puede resolver con medidas simples ni aisladas».

«Los máximos responsables de los abusos infantiles son los abusadores», incidió en un discurso en el que advirtió de que el 96 % de éstos son hombres, la mayoría españoles, de entre 40 y 60 años. De Juan sacó un gráfico donde se veía el ascenso de casos de abusos a menores en los últimos años y lo achacó a tres factores: por un lado internet facilita el contacto con las víctimas; los jóvenes banalizan las relaciones sexuales por el fácil acceso a la pornografía, «muchos ni identifican que estan siendo abusados», dijo, y las personas que trabajan con menores cada vez detectan más y mejor estos casos.

Respecto a cómo se están encarando los hechos: «El IMAS ha sido muy valiente», sacó pecho De Juan. «Somos nosotros los que hemos comunicado los casos que han permitido hacer detenciones». El también conseller relató que los 16 casos se detectaron en los años 2017, 2018 y 2019 y detalló que muchos están investigados y cerrados y otros en proceso de investigación.

Paralelamente explicó que se han estado tomando diferentes medidas protección y aunque «en la mayoría de los casos hay éxito», también reconoció que «tenemos que ser autocríticos y hay casos en que no lo hemos conseguido».

Los objetivos del IMAS a partir de ahora son poner en marcha talleres afectivos sexuales para fomentar las relaciones sanas entre los menores, ser más ágiles con los no retornos de los niños, crear un nuevo centro con especialistas en estros casos o acordar con el Govern y la Delgación de Gobierno en el proyecto IRIS, un dispositivo que se pueda utilizar en caso de alarma, similar a la que ya existe para los casos de violencia de género. Además, proponen personarse como acusación particular en los casos de explotación sexual.

Réplicas

La oposición solicitó ahondar en los hechos a través de una comisión de investigación. La portavoz de Ciudadanos, Beatriz Camiña, insistía además en que se hiciera una auditoría del IMAS y finalmente De Juan se comprometió a estudiarlo. Por su parte, Xisca Mora, del Pi, acusó al equipo de gobierno de haber dado explicaciones a remolque de la presión mediática o por petición de la oposición, algo que el presidente del IMAS reconoció que pudo ser cierto en algún momento. Mora advirtió que si el protocolo funciona, lo que falla es la coordinación.

Por su parte, el PP recordó que en la sala de plenos, las conselleras Catalina Mas de Més y Magdalena Gelabert que intervino por Podemos, también tuvieron cargos de responsabilidad en el IMAS cuando los hechos sucedían. En su intervención, Llorenç Galmés apeló directamente a la presidenta del Consell, Catalina Cladera: «en sus manos está impedir que no se produzca una violación más», dijo. Junto con el PP, Vox pidió la dimisión de De Juan durante la comparecencia.

Apoyos

Los directores insulares y la mayoría de los técnicos del IMAS apoyaron presencialmente a su presidente que contó con el «apoyo total» de la presidenta del Consell. Además, cuatro representantes de entidades sociales defendieron la labor del IMAS con un discurso habían consensuado previamente pero que en ningún caso se había pactado con el mismo Consell de Mallorca, advirtieron.