IBIZA FINAL MUNDIAL FUTBOL SUDAFRICA ESPAÑA SANT ANTONI

Eivissa fue un clamor. Miles de gargantas gritaron al unísono el tanto de Andrés Iniesta en el minuto 116 del partido. Hasta entonces, los aficionados tenían el corazón en un puño. Ese gol sirvió de terapia para descargar toda la tensión y los nervios contenidos a lo largo de varias horas de espera. Poco después, el inglés Howard Webb señaló el final del partido y el júbilo y la euforia se adueñaron de las calles y de los hogares pitiusos. Uno de los sitios más concurridos ayer fue el parque Reina Sofía. Más de 2.000 personas se citaron en el recinto para presenciar el partido en una ¿pantalla gigante? Durante las horas de luz, la imagen no era visible. Sólo a partir de la segunda parte, cuando ya anocheció, se podía vislumbrar el partido por la pantalla, aunque para entonces muchos aficionados habían decidido marcharse y otros preferían las televisiones más pequeñas de los lados del escenario para seguir el partido con más detalle. Una de las anécdotas durante la retransmisión fue la pitada que se llevaron algunos aficionados holandeses que acudieron al parque con banderas incluidas. No hubo, sin embargo, ningún incidente entre aficiones.
Tras el partido, fueron miles los seguidores que se trasladaron al parque de la Paz. Por entonces, el ruido de los claxons y los cánticos de los aficionados -desde el típico «campeones, campeones», al «yo soy español» o el más novedoso «Xavi, Villa, Iniesta, vosotros sois la fiesta»- retumbaban en el centro de Vila. La fiesta también se vivió con pasión en Sant Antoni, Santa Eulària y, más pausadamente, en Formentera.