La SD Ibiza quiere soñar a lo grande. Los de Vila han superado este domingo al Valencia Mestalla (1-2) en un partido que prácticamente deja hecha la permanencia (el playout está a seis puntos) y que les acerca y mucho a las posiciones de playoff. 12 puntos por jugarse y una desventaja de dos que abre las puertas a soñar.
El partido empezó como se esperaba, con el Mestalla dominando la posesión. El dominio local también se transformó en ocasiones. Primero fue Mario Domínguez el que tuvo una buena oportunidad, en una acción desbaratada por la defensa rojilla. Posteriormente, en el 20, pudo llegar el tanto local, pero Perales estuvo sensacional para evitar una doble ocasión. Primero evitó el tanto de Bellari y, en el rechace, detuvo el intento de Cerdá.
Este susto hizo que los de Raúl Casañ despertasen y respondiesen con un balón al larguero, que avisaba a los valencianos de que los ibicencos estaban ahí. El gol no se hizo esperar. A la media hora de juego, Pochettino culminó una buena contra que había empezado Bengoechea. Con el 0-1, acabaría una primera parte en la que el filial dominó el juego.
La segunda parte empezó con el mismo guion. Dominio de un Valencia Mestalla que llegaba una y otra vez a zonas de peligro, pero sin terminar de generar ocasiones de claridad. Así estaban las cosas cuando, en el 68, Mario Riquelme dibujó una obra de arte para poner el 0-2. Su disparo en parábola desde fuera del área fue imposible para el portero del filial.
Quedaban 20 minutos y los valencianos se lanzaron con todo en busca de un gol que les volviese a meter en el partido. Lo encontraron gracias a Otorbi, que culminó una buena contra. Con el 1-2, el Mestalla siguió apretando ante una SD Ibiza que aguantó. Ejercicio de resistencia para lograr una victoria para soñar.
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