José Naranjo intenta conectar con el balón, durante el partido del sábado contra el Mérida.

Cuatro goles en cinco partidos sería una cifra muy respetable para la mayoría de los equipos, pero la realidad es que de la UD Ibiza se esperaba mucho más. El conjunto celeste está mostrando serio problemas para ver portería en este inicio de campeonato y el sábado, en Mérida, fue la primera vez que se quedó sin celebrar un tanto.

Los ibicencos suman ocho puntos en este inicio de curso con dos victorias, dos empates y una derrota. Los números no son preocupantes ni mucho menos, pero sí empiezan a aparecer las primeras dudas entre la afición por la dificultad que está teniendo el equipo para generar ocasiones. La excepción fue el día del Hércules, donde en la primera parte se generaron prácticamente más ocasiones de peligro que en el resto de los partidos juntos.

Si bien es cierto que el resto de equipos tampoco están para tirar cohetes y que todo hace parecer que será una temporada muy igualada. El potencial económico de los celestes invitaba a pensar que quizás algún partido se podría haber sacado con más claridad. Hasta la fecha los celestes se han enfrentado a dos equipos que navegan en puestos de descenso, como son el Yeclano y el Castilla; al Hércules que está en posiciones de playoff, el Mérida, que es el nuevo líder; y el Villarreal B, que se encuentra en mitad de la tabla.

Nombres propios

Regresando a los problemas de gol, el propio Pep Lluís Martí reconoció en rueda de prensa que es algo en lo que se está trabajando, pero señaló que le preocuparía más no contar con ocasiones. Si hablamos de nombres propios, la referencia en este inicio de curso está siendo un Pau Ferrer que está con la pólvora mojada y empieza a evidenciar los primeros síntomas de ansiedad.

El joven ariete es el único nueve específico del equipo a la espera de que Quique González esté disponible para jugar. El veterano delantero llegó al final del mercado de fichajes y está evidenciando las dificultades de no haber realizado una pretemporada. Jugó un puñado de minutos en Yecla, pero desde entonces arrastra problemas físicos que le han hecho entrenarse al margen. El ex del Eibar es el jugador que está llamado a marcar diferencias y el equipo necesita que lo haga cuanto antes.

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Tampoco hay que olvidar que Mo Dauda, otro de los grandes fichajes, se lesionó en su primera intervención, dejando al equipo sin una de sus estrellas en el apartado ofensivo. El extremo parece que estará fuera de los terrenos de juego al menos dos semanas más.

También preocupa el bajón de rendimiento de Álex Gallar. Tras un gran inicio de temporada el pasado curso se fue apagando y el talentoso jugador hace tiempo que desapareció de Can Misses. De vez en cuando deja destellos de ese jugador que debe ser, pero que no tiene consistencia.

El único de los nombres importantes que ha conseguido ver portería es José Naranjo que fue clave en las dos victorias ibicencas, ya que marcó contra el Castilla y asistió contra el Yeclano.

Ante los problemas que están teniendo los jugadores ofensivos, la Udé ha encontrado soluciones con sus defensas. De los cuatro goles tres han llegado de esta línea gracias a los tantos de Guillem Molina, Astals y Unai Medina.

En definitiva, esto no ha hecho más que empezar y todavía queda mucho camino por delante, pero si los celestes quieren estar arriba tiene que mejorar esos problemas de puntería. Sin ir más lejos, el año pasado a estas alturas sumaban 10 dianas. Lo positivo es que pese a la falta de producción ofensiva, la realidad es que el equipo suma ocho puntos y que está a tan solo dos del primer puesto.