Hoy se cumple un lustro de la mayor gesta futbolística de la Sociedad Deportiva Formentera. El 29 de noviembre de 2017, el equipo rojinegro, que militaba en Segunda División B, asaltó San Mamés para sorpresa de todos y eliminó a un histórico del fútbol español como el Athletic Club, clasificándose así para los octavos de final del torneo copero.
Por entonces, el formato de la competición del KO era distinto al de ahora y hacía aún más complicado conseguir el pase. Aquella ronda se jugaba a ida y vuelta, lo que dificultaba que un conjunto de una categoría no profesional tumbase a un ‘Primera'. Aquella noche, en Bilbao, se obró ese milagro.
El 1-1 cosechado en Sant Francesc había dejado viva la llama de la esperanza en la escuadra que dirigía Tito García Sanjuán. Los leones eran claros favoritos, pero se podía soñar con algo grande y, por eso, 400 fieles seguidores del Formentera se desplazaron a Bilbao a animar a los suyos.
En San Mamés, ante más de 14.000 espectadores, el Athletic dirigido por Ziganda era claramente favorito. El técnico local apostó por el once formado por Herrerín, Saborit, Laporte, San José, Lekue, Etxeita, Vesga, Aketxe, Córdoba, Iñaki Williams y Sabin Merino. Del banquillo acabaron participando Aduriz, Iturraspe y Raúl García. Por su parte, García Sanjuán dispuso el siguiente once: Marcos Contreras, Bonilla, Agus, Javi Rosa, Samuel, Liñán, Omar, Nando, Garmendia, Juan Antonio y Riera.
También jugaron Gabri, Kiko y Álvaro Muñiz. Por cierto, cuatro de ellos siguen por las Pitiusas: Nando, que regresó este curso al Formentera; Gabri, que juega en el Portmany, y Marcos Contreras y Juan Antonio, que defienden al CD Ibiza.
El Athletic no tardó en exhibir su superioridad sobre el terreno de juego. Dominó el partido, pero le faltó efectividad. Tenía la pólvora mojada y eso lo aprovechó el conjunto rojinegro –de azul aquella noche– en la última acción del choque. Corría el minuto 93 y los visitantes disfrutaron de un saque de esquina. Marcos Contreras abandonó la portería y se sumó al ataque. El balón voló al área y Álvaro Muñiz se elevó entre las torres rojinegras para rematar de cabeza la pelota al fondo de la portería. El Formentera certificó la gesta y voló así sobre el nido del Cuco.
La pitada de la afición vasca sobre su equipo fue enorme, como también lo fue la caballerosidad que mostró hacia el conjunto formenterense. No en vano, no dudó en aplaudirle, reconociendo así la gesta de un 29 de noviembre de 2017 que pasó no sólo a la historia del fútbol pitiuso, sino también nacional.
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