El encuentro de este domingo en el campo del Cartagena empieza a tener olor a final. Un nuevo revés, especialmente si viene nuevamente acompañado de una mala imagen, puede poner en peligro la continuidad del técnico.
El cuadro de Javier Baraja se encuentra en decimosexta posición con 11 puntos, solamente uno por encima de la zona de descenso. Tras la disputa de 10 jornadas, es decir un cuarto de competición, sus guarismos no son los mejores: tres victorias, dos empates, cinco derrotas, nueve goles a favor y 14 tantos en contra. Además, es el cuarto equipo más goleado de la categoría, superado únicamente por el Villarreal B (16), la Ponferradina (16) y el Mirandés (15), y solamente hay cinco equipos que han marcado menos tantos que el equipo ibicenco.
Por si no fuera bastante, la UD Ibiza continúa siendo, una semana más, la escuadra que menos disparos a portería ha realizado en LaLiga SmartBank con un total de 22. Se da la curiosa circunstancia de que su adversario de esta undécima jornada es el que más chuta entre los tres palos con un total de 47 lanzamientos.
Los números no dejan en muy buen lugar a la Udé, cuya imagen tampoco es precisamente alentadora. En los dos últimos encuentros, su presencia en ataque fue prácticamente nula. Empató sin goles contra Las Palmas en tierras canarias en un encuentro de esos en lo que lo más normal era caer derrotado y sucumbió contra un Eibar infinitamente superior desde el primer minuto.
Con este panorama, que Javier Baraja está caminando sobre el alambre no es un descubrimiento. Y es que Amadeo Salvo, presidente de la Udé, es de gatillo fácil. El mandamás celeste incluso se cargó a un entrenador tras una sola jornada. Se trata de David Porras, que dijo adiós tras el primer partido del grupo balear de Tercera División en el curso 2017-18. Ñoño Méndez, que actualmente es el segundo entrenador del primer equipo, también fue despedido muy pronto, concretamente tras las cinco primeras jornadas de la campaña 2018-19 en Segunda B.
El último fusilamiento en la Udé se produjo a mediados de diciembre del año pasado. Juan Carlos Carcedo, el técnico del ascenso a la categoría de plata, fue ‘cortado' por el club ibicenco tras caer en casa contra el Sporting de Gijón. Poco importó su exitosa campaña anterior, que el equipo estuviera fuera de la zona de descenso y que, además, hubiese firmado un inicio sorprendente con siete jornadas consecutivas invicto.
Sobre el cese de este último, Amadeo Salvo hizo las siguientes declaraciones en el serial de Dazn: «Las sensaciones no son buenas y tenemos que mejorar y cambiar esas sensaciones porque, al final, no es el consejo de administración ni la dirección del Ibiza quien decide eso; es el propio fútbol quien decide que un entrenador salga o no. Este equipo no es lo que hemos visto los cuatro últimos partidos. Así es muy difícil salvar una categoría». Aplicando esos mismos argumentos, la continuidad de Javier Baraja peligra más aún. Cartagonova –o el fútbol– podría dictar sentencia.
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