Un grupo de ibicencos disfruta de una experiencia inolvidable en el mundo de las carreras de montaña como es participar en las citas del Val d’Aran.

Un grupo de ibicencos tomó parte en el Val d’Aran by UTMB, una durísima prueba de ultrafondo que, además, forma parte de las UTMB World Series. Finalizar la cita es todo un reto y una experiencia difícil de completar, pero la mayoría de los pitiusos asistentes lo consiguió. Quien no lo hizo, al menos pudo vivir una carrera espectacular, guardarla en la memoria y, por qué no, mantener el gusanillo de tratar de completarla en otra ocasión.

Sasha Roig, Silvia Cerdán, Juan Castaño, Hugo Montanari, Ellen Montanari, Manuel Rodríguez y María José Boned tomaron parte en la denominada 55K PDA (Peades d’Aigua), una prueba con 3.300 metros de desnivel positivo y 3.700 de desnivel negativo por las montañas del Naut Aran. Toni Molio optó por una distancia mayor, el 105K CDH (Camins d’Hèr). La organización comenta sobre esta competición que se trata de «un recorrido por las partes más salvajes y altas de la Val d’Aran. con dos zonas muy diferenciadas: una primera donde el pasado y la dureza de la montaña cobran protagonismo y una segunda donde el agua toma el relevo y se convierte en la estrella para ofrecer un festival de lagos, cascadas y ríos».

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Roig y Ellen no pudieron finalizar el recorrido por diversas molestias. El resto se colgó la medalla de finisher. María José Boned comentó que este grupo de runnners ibicencos busca «ocasiones y carreras para disfrutar de correr por la montaña y pasar unas vacaciones». «Estuvimos cinco días con la familia, que nos da muchos ánimos», agregó.

Sobre la carrera, destacó que «los recorridos son preciosos». «La experiencia ha sido maravillosa», añadió. Cabe destacar también que Boned y Cerdán cruzaron juntas la meta tras un gran esfuerzo, ya que esta última sufrió unos problemas de rodilla en los últimos kilómetros que lidió «como una campeona», como apuntó María José. Sin duda, un momento que ninguna de ellas olvidará, como tampoco olvidarán la experiencia vivida en el Val d’Aransus sus compañeros, auténticos jabatos y amantes del mountain running.