—Segundos clasificados, no va mal la cosa.
—Estamos muy contentos por cómo está yendo el equipo, cómo está evolucionando el proyecto y la respuesta que estamos teniendo a nivel social, cada partido es un nuevo récord de asistencia. Eso nos da el ánimo de seguir trabajando. Es una lucha grande la de estos dos últimos años en la que hemos decidido poner la parte profesional al frente del club. Están yendo las cosas bien y estamos teniendo resultados. Estamos disfrutando, pero también preparándonos por si en algún momento las cosas no van tan bien.
—Lo decía ahora. El público está respondiendo. La gente tenía ganas de ver baloncesto en Ibiza.
—Yo creo que sí. Nunca hubo baloncesto de este nivel en equipos masculinos. El último contacto con el baloncesto de alto nivel fue el PDV en categoría femenina y ya han pasado muchos años de eso. Se han saltado generaciones que no han vivido el baloncesto. Nuestro reto era bastante grande porque se trataba de enganchar al baloncesto a personas que nunca lo han vivido en la isla. Es bonito porque también estamos viendo a gente de 40, 50 o 60 años que vivieron la época del Ca Nostra y se han reenganchado de forma brutal. Están viviendo una especie de remenber. Ahora, también tenemos que enganchar a gente más joven que son los que han crecido sin un referente de baloncesto en la isla. Lo estamos consiguiendo. Tenemos una grada joven, una peña, invitamos a institutos y colegios, también a los jugadores de todos los equipos de la isla. Estamos intentando que sea algo global.
—Jugador, pero también director deportivo. En verano, cuando iban fichando jugadores, no se atrevía a hablar de hasta dónde podía llegar este equipo. Las cosas funcionan. Supongo que cuando se iba cocinando esto ya se imaginaba lo que estaba montando.
—Yo intenté fichar los mejores jugadores posibles con los recursos que tenemos. El perfil humano es algo que valoramos muchísimo porque creo que hacer grupo es lo que a la larga te da un rendimiento extra. Nuestra metodología de trabajo no es habitual en LEB Plata porque es una liga semiprofesional y nosotros trabajamos a nivel de un equipo de la parte alta de LEB Oro. Echamos muchas horas, trabajamos mañana y tarde e invertimos muchos recursos en desarrollar el talento de nuestros chicos. Veía que era viable que el equipo rindiese. Hemos empezado bien y lo estamos disfrutando, pero acogiéndome al cholismo, hay que ir día a día. Ahora tenemos un regalo para todos que es recibir al líder de la competición, sabiendo que si le ganas, le superas. Es un regalo para los jugadores y para los aficionados.
—Mucha juventud, pero también veteranos como usted para ayudarles a desarrollarse y un entrenador que trabaja en las categorías inferiores de la selección española. Parece que la mezcla funciona.
—Sí, la piedra angular del proyecto fue renovar a Carlos Flores y sobre él construir la metodología de trabajo. Para tenerle a él de entrenador, había que invertir en jugadores muy jóvenes que viniesen aquí a trabajar. Nosotros no podemos pagar a nivel de otros clubes, pero sí podemos ofrecer una buena instalación, un buen entrenador y ofrecemos a los jóvenes la posibilidad de trabajar a nivel profesional y darles una oportunidad de trabajo muy buena, algo difícil de encontrar en estas categorías.
—Con tanta gente joven, ¿cuál es el techo?
—Pues no lo sé. Vamos a ver si este partido sale bien y vamos a disfrutar de un inicio de navidades viendo a nuestro equipo en la zona alta de la clasificación. Con gente joven es bueno ir sin presión y con el objetivo claro de conseguir 10 o 11 victorias para lograr la permanencia. A partir de ahí, miraremos dónde estamos y hacia dónde podemos ir. Ya veremos, hay que ir a corto plazo.
—Y ahora viene Benicarló, el líder. ¿Qué partido se espera?
—Espero que lo disfrute la gente, que venga mucho público, haremos algún espectáculo antes del partido. Queremos que disfruten, que hagan ruido y estén con nosotros. A nivel deportivo, nos lo tomamos sin mucha presión. Ellos son los líderes, pero nosotros estamos bien. No nos vemos especialmente lejos de este tipo de equipos y el resto es demostrarlo jugando y compitiendo contra ellos.
—Bueno, ya para acabar ¿Qué es lo que más le está sorprendiendo del equipo y en qué tienen que mejorar todavía?
—Yo creo que lo mejor es que hemos hecho un buen grupo y la calidad del trabajo en el día a día. Somos un grupo que no depende de ningún jugador, dependiendo del partido puede destacar uno u otro. Además, con tanta juventud creo que somos un equipo que cada vez será un poco mejor. Un equipo veterano te da más experiencia, pero menos margen de mejora. Nosotros tenemos mucho margen de mejora. No estamos jugando de una forma brillante. Estamos ganando y compitiendo bien, pero el equipo puede jugar mucho mejor y trabajamos para ello.
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