Antonio Fernández posa en el estadio de Can Misses. | Tomás Sánchez Venzalá

Hablar de Antonio Fernández Marchán (Jerez de la Frontera, 27-08-1970) es hacerlo de uno de los integrantes del cuerpo técnico del selecto club de campeones del mundo con la selección española de fútbol en el año 2010. Por si no fuera suficiente, fue el descubridor de talentos como Isco Alarcón y Dani Alves. Casi nada. El gaditano se encuentra desde ayer en Ibiza, donde este jueves protagonizará una jornada técnica en el salón de actos de la UIB, dirigida a entrenadores, directivos y aficionados al fútbol.

Periódico de Ibiza y Formentera tuvo ayer la oportunidad de hablar con él para conocerle más en profundidad. El andaluz guarda un gran recuerdo de «la convivencia que hubo durante 53 días, prácticamente aislados del exterior», con motivo del Mundial de Sudáfrica. «Estuve muchísimas horas pegado a tres ordenadores encendidos y cuatro pantallas de televisión, viendo un volumen de fútbol bastante alto, pero, al final, mereció la pena. Son recuerdos supergratos para todo el país, porque fuimos campeones del mundo por primera vez en la historia», continuó.

Sobre las claves de aquel éxito, señaló: «Todo ayuda. Siempre digo que aquel Mundial se ganó por el talento de una generación de jugadores que fue fantástica. Va a ser difícil tener una igual, pero, evidentemente, todo suma. La gestión del grupo por parte del seleccionador fue espectacular y los que estábamos alrededor aportamos nuestro grano de arena. Antes de ir al Mundial, se hizo una convocatoria de 23 jugadores que no fue discutida por ningún medio. En este país es difícil y lo conseguimos. Y el estudio pormenorizado del juego individual y colectivo de cada selección a la que nos enfrentamos también tuvo mucho trabajo detrás».

En cuanto a si le cambió la vida tras el Mundial, indicó: «Siempre es un plus. Yo ya venía de varios clubes como el Sevilla, el Jerez, el Valencia... Había tenido la suerte de ganar la Copa de la UEFA, la Supercopa de Europa y la Copa del Rey. Ganar un Mundial te cambia la vida de alguna manera. La gente te mira con más respeto o con cierta admiración. Ese cuerpo técnico lo formábamos seis personas: el seleccionador, su ayudante, el preparador físico, el de porteros y dos analistas. Empiezas a tener un estatus profesional más elevado a pesar de que uno siga haciendo el trabajo de la misma manera, con la misma ilusión y humildad».

Fernández fue director técnico de clubes como el Sevilla y el Málaga. De sus descubrimientos, destacó dos: «Alves e Isco son mi sombra alargada. El de Alves se produjo un mes de enero, cuando Monchi no podía viajar ni ningún compañero podía venir por falta de tiempo material. Había que tomar una decisión y recayó la responsabilidad sobre mí. Me la jugué y ganamos un grandísimo jugador. Por su parte, Isco, cuando yo llegué al Málaga, estaba jugando en el Mestalla. No era ni titular indiscutible. Jugaba, pero no tenía vistas de jugar en el primer equipo, por entonces entrenado por Unai Emery. Me la jugué pagando una cláusula de cuatro millones de euros más IVA. La gente tenía dudas. Se decía que cómo se puede pagar esa cantidad de dinero por un chico que estaba en Tercera División».

LA NOTA

Informes técnicos y planificación de diferentes actividades, al detalle

Antonio Fernández ofrecerá este jueves la jornada técnica desde las 17.00 hasta las 20.00 horas en el salón de actos de la UIB (antigua Comandancia). Sobre el contenido, dijo: «Vamos a desmenuzar un par de temas. A nivel de fútbol profesional vamos a ver dos cosas. Por una parte, la elaboración y edición de informes técnicos y la importancia del análisis en el fútbol profesional, así como la planificación de actividades en la dirección deportiva. Luego, iremos con el fútbol base: la programación de contenidos y la planificación de la metodología de cualquier club de elite, pero con un enfoque hacia los jóvenes talentos».