Las opciones de la Unión Deportiva Ibiza de ascender administrativamente para jugar ya en Segunda División B se han complicado un poco. Y es que, a última hora del lunes, la junta directiva de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) dictaminó que la renuncia del Lorca llega fuera de plazo, por lo que sigue siendo equipo de la categoría de bronce a todos los efectos.
El club murciano emitió un comunicado para justificar por qué no pretende jugar en Segunda B y aclarar que la entidad no desaparecerá: «El Lorca Fútbol Club SAD comunica que en este momento su máxima preocupación es atender a sus trabajadores y proveedores, para lo cual han sido designados una serie de interlocutores en España para gestionar este momento de transición, sin que en modo alguno esto signifique la extinción o desaparición de esta entidad, y así buscar las mejores opciones y alternativas para que el club cumpla con todas sus obligaciones pasadas, presentes y futuras».
«La imposibilidad legal de poder realizar inversiones desde China en el equipo ha dado lugar a que de manera responsable el club haya optado por no arriesgarse a generar una mayor deuda en la confección de un presupuesto para un equipo de Segunda B, sin la seguridad de que se puedan generarse los suficientes recursos para sufragar estos costes. La decisión de no inscribir al equipo ha sido dolorosa, a la vez que meditada, pero necesaria para poder continuar y tratar de emprender otro proyecto», continúa el escrito.
La deuda
Al parecer, según informa el portal Iusport, «los asesores del empresario chino en España tratan de convencerle de que, con la ayuda de LaLiga al descenso, de 1,2 millones, podrían reengancharse a la Segunda B un año más». «Si llegado el 31 de julio no saldan la deuda con la Federación, que asciende a 300.000 euros (por fichas), entonces sí se produciría el descenso administrativo y entrarían de nuevo en escena los otros clubes que se consideran con mejor derecho para cubrir su plaza, aplicándose en este caso el art 194» en lugar del 197 al que se acoge la UD Ibiza, indica dicho medio.
Esto implica que el club que pretenda ocupar el lugar del Lorca deberá saldar su deuda. Textualmente, el artículo 194 indica que «el derecho de ascenso lo tendrán los equipos que, estando adscritos a Tercera División, satisfagan la cantidad económica que la RFEF establezca, que consistirá en la suma de la cantidad fijada como deuda por la Comisión Mixta AFE–RFEF, mas las posibles cantidades adeudadas a técnicos, con resolución federativa firme, a la propia RFEF y a las federaciones de ámbito autonómico. La cantidad resultante se dividirá entre el número de equipos descendidos por impago».
Orden de prioridad
«Una vez fijado el importe a satisfacer por cada vacante, y antes de los tres días siguientes a la resolución de descenso, la RFEF emitirá circular a fin de que los clubes interesados manifiesten su interés en cubrir la vacante en los tres días siguientes», continúa el reglamento, que tiene establecido un orden de prioridad para cubrir la plaza. En primer lugar estaría «el equipo de Tercera División de la misma federación de ámbito autonómico a la que pertenezca el equipo descendido por impago». En segundo, el «equipo descendido de Segunda División B de la misma federación de ámbito autonómico a la que este adscrito el club descendido por impago». En tercer lugar, «el resto de equipos de Tercera División», que es el grupo de aspirantes en el que entraría la UD Ibiza. Por último, «el resto de equipos descendidos de Segunda División B».
El reglamento hace hincapié en que «los anteriores criterios se aplicarán de forma excluyente, de tal modo que si con la aplicación de un apartado la vacante quedara cubierta, no habrá lugar a la aplicación de los siguientes. Además, aclara que «siempre tendrán mejor derecho, dentro de los de un mismo apartado, los equipos con mejor derecho deportivo».
El mejor derecho deportivo
El establecimiento del mejor derecho deportivo para los equipos de Tercera se determinará en la forma siguiente: «Cuando se trate de elegir de entre los de una sola federación de ámbito autonómico, por el que más puntos haya obtenido añadiendo a los conseguidos en la fase regular los logrados en las eliminatorias de ascenso a Segunda División B. Si se acabara en empate a puntos, se resolvería a favor del que mayor diferencia de goles obtenidos y recibidos tanto en la primera fase como en las posibles eliminatorias de ascenso. Si así no se deshiciera el empate entre el que más goles hubiera marcado y si siguiera el empate, la RFEF efectuará el correspondiente sorteo».
Cuando se trate de elegir de entre los equipos de más de un grupo, el establecimiento del mejor derecho deportivo es el mismo, salvo que «en el supuesto de que algún grupo en la primera fase no hubiera disputado el mismo número de partidos, se le descontarán los resultados obtenidos en los últimos partidos de la fase regular hasta igualarle en número con los restantes grupos por el que más puntos haya obtenido».
Lo cierto es que parece poco probable que un club murciano de Tercera, como por ejemplo el Yeclano, pague la deuda. En ese caso, y si tampoco ninguno de los recién descendidos quisiera hacerse cargo de la suma citada, la UD Ibiza volvería a tener la sartén por el mango. De momento, toca esperar al día 31 para saber qué sucede con el Lorca.
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