Tito García Sanjuán, a la derecha, junto a Xicu Ferrer, presidente del club, en el instante en que anuncia su dimisión.
Tito García Sanjuán anunció ayer su dimisión como entrenador del primer equipo de la Sociedad Deportiva Formentera, que milita en Segunda División B. El ya extécnico rojinegro, que convocó a los medios de comunicación a mediodía en las oficinas del Campo Municipal de Sant Francesc, adujo motivos personales para justificar su marcha. «Mi situación personal fuera del deporte no ha sido sencilla. Si la agravas con muchas situaciones personales que han enrarecido todo, pues entonces acabas tomando esta decisión», dijo el exentrenador formenterense. Poco después de la rueda de prensa, en la que el presidente Xicu Ferrer agradeció los servicios del maño, la entidad de la pitiusa sur dio a conocer que el relevo en el banquillo será Juan Arsenal Moreno, procedente del Puente Genil cordobés de Tercera División.
El maño alegó que no tiene «las fuerzas que requiere el puesto» y seguir «sería estar haciendo daño tanto a directivos como a jugadores y, sobre todo, a mí». El zaragozano adujo motivos personales a su marcha y dejó claro que «lo deportivo no ha tenido nada que ver».
«Me habría gustado estar hasta el final, pero no tengo las fuerzas necesarias. Estoy convencido de que el equipo conseguirá la salvación. Mi sensación es que lo mejor para el vestuario es que yo salga y haya aire fresco. Ahora puede parecer que soy el malo de la película, pero no es así. Creo que se ha intoxicado mucho y la solución sencilla puede ser ésta. Personalmente, creo que se me ha hecho daño y quizá no he sabido llevarlo como toca», dijo el míster.
En este sentido, quiso aclarar que la ‘rajada' de Álvaro Muñiz «no ha sido el detonante», pero que ha influido. «Álvaro hizo daño, pero, como dije el otro día, me hizo daño personalmente a mí pero también hizo mucho al vestuario. A mí me lo ha hecho. No lo voy a ocultar, porque dijo unas falacias increíbles, una falsedad tremenda y me ha hecho daño, pero es algo sobre lo que tengo que estar por encima. Eso me pasa en otra situación y lo dejo pasar, pero, cuando hay diferentes situaciones, al final puede colmar el vaso. No es en absoluto el causante de nada, pero es una parte más de mi decisión», explicó al respecto.
García Sanjuán indicó que le habría «gustado terminar con el objetivo cumplido» y que «la soledad» le hizo mella. «Me voy a casa con esa espinita de no irme con el deber cumplido. La isla es maravillosa y preciosa, pero es algo complicado. Son muchos momentos de soledad, de pensar y el desgaste de un entrenador es increíble», dijo el preparador.
En cuanto a la reacción del vestuario, al que comunicó por la mañana la noticia, aseguró que «estaban sorprendidos». «Para los que dicen que hay mal rollo, la verdad es que me quedo con la palabra de los jugadores. Todos me han intentado convencer para seguir. Me han tenido que aguantar. Yo no escondo que tengo un carácter duro. Soy muy exigente conmigo mismo y con los que me rodean. Me quedo con que todos me decían que no me fuera y todos intentaron dar la vuelta a la decisión. Eso dice todo de esta plantilla», subrayó Tito García Sanjuán.
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