Por su retina han pasado innumerables postales como las dunas del desierto del Sáhara –ha completado hasta en tres ocasiones la Maratón des Sables–, los salvajes parajes costarricenses de la Coastal Challenge –una prueba de 225 kilómetros en seis etapas– o el precioso macizo alpino de Suiza en el Ironman de Zurich, una distancia extrema que ha completado en más de cinco ocasiones desde que se estrenara en Lanzarote en el año 2006.
Su último reto le ha conducido a las idílicas playas de Cozumel, donde el domingo intentará ser ‘finisher' en una competición extrema que comporta superar 3.8 kilómetros de natación, 180 de ciclismo y 42,2 de carrera a pie.
Desde su cuartel general en Cozumel, Noguera disecciona para Periódico de Ibiza la competición que ha decidido afrontar después de que fuera anulada a primeros de mes la TransArabia, una aventura de ultra trail por el desierto de Jordania que se ha visto afectada por el conflicto sirio en Oriente Medio.
Objetivo ‘finisher'
El ibicenco reconoce que con tan solo tres meses de preparación su único objetivo es «cruzar la línea de meta» y disfrutar del nuevo destino. «Cozumel es muy parecido a Formentera, pero más grande. La isla se paraliza para el Ironman, todo el mundo sale a la calle y te pregunta si vas a competir para desearte suerte. El montaje es titánico ya que participan 2.600 corredores y la es un trabajo muy complejo para la organización porque hay dos boxes o zonas de transición», explica el ibicenco, que a pesar de asumir su «falta de preparación» confía en terminar la prueba «haciendo caso a los consejos de mi entrenador, Javi Bonet, y ‘tirando' de cabeza». «Tengo la misma ilusión que cuando hice mi primer Ironman en Lanzarote en el 2006», puntualiza desde su alojamiento en tierras caribeñas.
Eusebio ha tenido tiempo de estudiarse al dedillo el trazado de su enésimo Ironman. «Nadamos en una delfinario que se encuentra en un parque natural llamado Chankanaab, en un arrecife de coral», detalla. Una vez superado el primer segmento iniciará el tramo de ciclismo sobre un circuito de 60 kilómetros al que deberán dar tres vueltas: «Se realiza en un recorrido precioso por la carretera que rodea la isla, por unos paisajes caribeños increíbles, y que cortan al tráfico». «Al finalizar la bici –prosigue el avezado triatleta pitiuso– llegamos al ‘boxe' número 2 en la capital de la isla realizando, donde daremos tres vueltas por todo la costa en un circuito de 14 kilómetros hasta acumular los 42». «Es un sitio precioso y la isla se vuelca en la prueba ya que en una semana reciben a cerca de 10.000 turistas para el evento», indica Noguera a poco más de 48 horas de iniciar el reto.
En un año en el que ha tomado parte en el triatlón de media distancia de Porto Colom, en abril; el Ironman de Lanzarote, en mayo; el Ultra Trail de Tenerife, en septiembre, donde no pasó el corte tras 10 horas, 50 kilómetros y 4,200 metros de desnivel acumulado; y el Ibiza Trail Maratón de Sant Antoni, a primeros de noviembre, Noguera se ha propuesto «terminar este reto como si fuera el primero» para encarar 2015 con nuevos y trepidantes desafíos.
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