Andrés Salas, de rodillas, celebra el primer gol de la Peña Deportiva, marcado por él, contra el Formentera, partido que los peñistas ganaron por 2-0 en el Campo Municipal de Santa Eulària. | Toni Escobar

Andrés Salas cambia la Peña Deportiva por el San Rafael. El central podrá debutar este mismo fin de semana con la elástica del San Rafael si Vicente Román, entrenador ‘blue', lo considera oportuno. La llegada del defensa supone, al mismo tiempo, la baja definitiva de Haniel, que no ha convencido estos días al míster de poder ser una pieza válida para el conjunto de Tercera División.

El jugador cordobés no estaba contando para Mario Ormaechea, que fue precisamente el autor de su fichaje. La relación entre ambos se había tensado mucho en las últimas fechas. «Desde el principio estaba mal el tema con él porque no le gustaba o no sé qué historias», confesó el futbolista. «Hasta ahora fuimos aguantando hasta que ha llegado el momento en que yo también me he enfadado. No estoy de acuerdo en lo que dice. Es una persona que hay que saber llevarla y yo no he sabido», comentó.

Salas afirmó que Mario «dice unas cosas de mí que creo que no son ciertas». «Me ha echado la culpa de los goles a mí cuando creo que hay responsabilidad en él. He sido la cabeza de turco. El fútbol es así y tienes que acatar la decisión del entrenador te guste o no», explicó el jugador, que recibió la baja el martes y anteayer realizó su primer entrenamiento a las órdenes de Vicente Román.

Andrés quiso dejar claro que su salida del club ha sido «buena». «Con los jugadores, el presidente y la directiva he acabado bien», comentó, recordando que las discrepancias únicamente han sido con Mario. De hecho, hace tres semanas ya había pensando en irse y fue cuando se iniciaron ciertos contactos con Román. «Me iba a ir de Eivissa y le llamé por si le hacía falta un central y vi que él quería contar conmigo», comentó al respecto.

Sobre la acogida recibida en el club ‘rafeler', el zaguero se mostró contento: «Me han recibido estupendamente y con los brazos abiertos. Es una plantilla en la que todos son amigos y prima el compañerismo. Además, al llegar ya hubo cierto cachondeito porque algunos habían estado con Mario y me dijeron que al final había durado bastante».