JOPISA CIUDAD DE BURGOS (16+23+19+23): Infante (17), Menéndez (0), Bröring (6), Allison (14) y Morrison (29) -cinco inicial- Herrera (0), Guneva (6) y Pablos (9).
PALACIO DE CONGRESOS (13+17+18+16): Pérez (9), Morales (14), De Kleijn (6), Egenti (11) y Denti (18) -cinco inicia- Bettonvil (0), Barnert (6) y Tamara (0).
Árbitros: Quintas y López. Sin eliminadas por personales.
Incidencias: Pabellón de El Plantío. 24ª jornada de la Liga Femenina.
El sueño de Liga Femenina ha llegado a su fin. En el año en el que se cumple una década del CB Puig d'en Valls en la máxima categoría , efeméride que se cumple el próximo 28 de abril, el conjunto ibicenco ha firmado su descenso de categoría y esta vez, a diferencia de hace dos años, en el que se pudo comprar la plaza al Real Canoe, es definitivo. Ha sido una temporada aciaga, en la que los problemas económicos de todo tipo, los cambios en la plantilla y la escasez de efectivos han llevado al equipo a ocupar la última posición de la tabla desde el principio del campeonato, culminando ayer con la pérdida de categoría, ya de forma matemática a falta de dos jornadas, con su clara derrota ante el Jopisa Ciudad de Burgos (81-64).
El partido de El Plantío fue idéntico, sin ir más lejos, al del pasado sábado ante el Gran Canaria. El Palacio resistió sólo en el primer cuarto, en el que llegó a ponerse con ventaja tras un triple de Denti (4-7, minuto 3). Sin embargo, a partir del minuto 8 el conjunto local puso la directa y ya no se dejó sorprender. Un parcial de 12-1 en cuatro minutos hizo que la diferencia se colocara en los diez puntos (23-13, minuto 12). A partir de entonces, el marcador no se movería de los diez puntos de margen, punto arriba, punto abajo, a favor de las burgalesas, que tenían su mejor jugadora en Ziomara Morrison. La pívot norteamericana sólo necesitó 15 minutos para firmar el ‘doble-doble' con 15 puntos y 10 rebotes. Al final de la primera parte se llegó con 39-30 y con la sensación de que el Palacio de Congresos había arrojado la toalla.
Más de lo mismo
Tras la reanudación, Rosa Pérez acertó desde la línea de 6,75 metros para recortar algo de terreno (39-33). Sin embargo, dos triples consecutivos de la holandesa Bröring volvieron a lanzar al Burgos, que llegaba a los 13 puntos de margen (47-33, minuto 12). Mucho tenía que mejorar el conjunto ibicenco si quería dar la vuelta al partido y prolongar, al menos durante un tiempo, sus opciones de permanencia. Pero, a estas alturas del campeonato, ya no hay fuerzas o, mejor dicho, no hay capacidad para reaccionar. En ningún partido esta temporada el Palacio ha sido capaz de dar la vuelta a un marcador adverso y ayer no iba a ser menos. El acierto de Morrison en el juego interior y la mano de la exPDV Lorena Infante en el exterior eran suficiente para hacer que el equipo de casa tuviera un partido más cómodo de lo previsto teniendo en cuenta lo que se jugaban las visitantes.
En el último cuarto, una rápida canasta de Guneva colocaba la ventaja en 12 puntos (60-48, minuto 31). Demasiado para el Palacio, aunque llegó a colocarse a siete puntos tras una canasta de Barnert (62-55, minuto 33). Pero ahí se acabó todo. Morrison, con otros siete puntos en los últimos minutos, acabó con unos números increíbles: 29 puntos, 15 rebotes y 45 de valoración. El encuentro ya se había terminado y, con él, cualquier esperanza del Palacio. El sueño de Liga Femenina llegaba a su fin y la próxima temporada espera Liga Femenina 2.
Ortega: «Hace tiempo que se veía venir»
Miguel Ángel Ortega, entrenador del Palacio, reconoció que el vestuario estaba tranquilo tras la derrota en Burgos. «Hace tiempo que se veía venir y el equipo había digerido esta situación. Ahora nos quedan dos partidos para el final de temporada y vamos a intentar hacerlo lo mejor posible», afirmó. Ortega señaló que Morrison «ha sido imparable» y que su equipo «ha demostrado una buena actitud, aunque quizá hemos estado algo blandas. No estuvimos mal hasta el tercer cuarto aunque, a partir de ahí, ya se han ido».
La opinión: Una muerte anunciada
El entrenador del Palacio de Congresos, Miguel Ángel Ortega, no es Gabriel García Márquez, pero casi ha emulado su famosa obra ‘Crónica de una muerte anunciada'. El entrenador ya avisó a principios de temporada que lo que finalmente ocurrió ayer iba a pasar. «Teniendo en cuenta los presupuestos y plantillas de otros equipos, somos candidatos al descenso y tenemos todas las papeletas para estar en los puestos de abajo», señaló el técnico el pasado 1 de septiembre, en el primer día de pretemporada del conjunto ibicenco. Su afirmación no pudo ser más acertada y el tiempo le ha acabado dando la razón. Los demás también podíamos intuir que la temporada iba a ser muy complicada, pero confiábamos en jugadoras como Silvia Morales y Sandra Pirsic y en la mano del ‘míster', que había demostrado la anterior campaña ser capaz de sacar el máximo rendimiento a una plantilla corta y con carencias. Sin embargo, la salvación, desde el principio, se ha visto que era una misión imposible, una muerte anunciada a los cuatro vientos.
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