Relevo generacional en la Mini Cursa

Mientras que en el Paseo Vara de Rey los atletas y patinadores tenían todavía 15 largos y, para algunos, interminables kilómetros por delante; la Mini Cursa prácticamente se acabó en un abrir y cerrar de ojos. Sólo 5 minutos y 40 segundos le llevó a Ibrahim Laghdassi (EMA Santa Eulària) llevarse la victoria y tomar el relevo de su compañero de equipo Adrián Guirado, que había vencido en las dos últimas ediciones y que esta vez, por lesión, no pudo participar. Lluc Ribas (Sa Raval) finalizó en segunda posición com una marca de 5'57'' tras imponerse al esprint a César Romero (CA Pitiús), que fue el tercer clasificado a dos segundos de distancia.
En la categoría femenina también hubo un podio inédito, con triunfo de Alexia Hartmann (CA Pitiús), que se impuso tras hacer siete minutos exactos y en un final muy apretado. Andrea Romero (Formentera) llegó segunda a sólo cuatro segundos, mientras que Alba Juan (EMA Eivissa) fue tercera con 7'06''.
En esta categoría, en la que se faltaron atletas como Erika Torres, vencedora el año pasado, destacó la juventud de sus participantes. La primera clasificada es del año 1997 (cadete), mientras que Alba Juan y Andrea Romero son del 2000 (alevines). El relevo generacional está asegurado.
Cambio de recorrido
Las obras en las inmediaciones de las instalaciones deportivas de Santa Eulària obligaron a variar el recorrido, con salida desde la calle de Sant Jaume y llegada en el Paseo de s'Alamera. La duda de muchos era si realmente había 2 kilómetros en el actual trazado. «El tiempo ha sido demasiado bueno, por lo que creo que eran menos de 2.000 metros», señaló Laghdassi. De esta forma, la salida se dio minutos antes de las 10,00 horas y, casi 20 minutos después, ya habían completado la carrera los cerca de 350 participantes, de todas las edades, que superan ampliamente a los 266 de la última edición.
La mayoría de los participantes, sin embargo, no competían para hacerse con las medallas o estar en el podio, sino para pasar un buen rato. Por eso, cada año se ven atletas más jóvenes, que compiten de la mano de sus progenitores y para los que el mayor premio es participar. Eso sí, después de la carrera había medallas, camisetas y algún premio para todos los competidores.