EFEMADRID

Florentino Pérez solventó ayer cómodamente la primera asamblea de su segunda etapa como presidente del Real Madrid, en la que los socios aprobaron las cuentas con una deuda de 327 millones de euros, autorizaron a la directiva a pedir nuevos créditos y reclamaron investigar la gestión de Ramón Calderón.

La Asamblea, con el lema «volver a soñar», se abrió con el informe del presidente, que expresó su deseo de seducir «con un proyecto deportivo apasionante, fuerte, moderno, seguro y estable», para «aplicar la ecuación Bernabéu al modelo de nuestros tiempos y garantizar fascinación, éxito deportivo y también ingresos económicos».

Objetivo

«El objetivo es fortalecer, rejuvenecer y españolizar la plantilla. Arbeloa nos hace más fuertes en los dos laterales, Xabi Alonso es una vieja aspiración, Granero da personalidad, Cristiano, Kaká y Benzema el talento, la clase, velocidad», dijo tras elogiar el momento profesional del entrenador Manuel Pellegrini para «recuperar el liderazgo en el fútbol mundial y devolver la ilusión del madridismo».

Antes de someter a votación los datos económicos de la temporada pasada y el presupuesto de 2009-2010, Pérez se refirió a sus nuevos proyectos como la remodelación del Santiago Bernabéu para que sea también «el símbolo de Madrid, con una arquitectura de vanguardia», y a la creación de un parque temático del club en Valdebebas.

El presidente cedió la palabra a los socios tras reclamar que se mire al futuro, «sin olvidar el pasado reciente», argumento expresado por varios compromisarios que pidieron que se investigara la gestión de la anterior directiva e incluso que se expulsara como socio a Ramón Calderón, Luis Bárcenas y Mariano Rodríguez de Barutell, conocido como «Nanín».

«Este club tiene grabado el juego limpio. No puede ni debe transmitir al mundo los comportamientos inadecuados de esta última etapa. La Comisión de disciplina está esclareciendo los hechos al margen de la justicia que investiga en dos juzgados las elecciones de 2006 y la asamblea del 7 de diciembre», respondió Pérez.

Florentino admitió en su discurso que su marcha en febrero del año 2006 fue un error. «Creí que mi marcha era un gesto de coherencia. No fue una decisión sencilla, antepuse los intereses del Real Madrid, pero con el paso del tiempo es evidente que no fue una decisión acertada», explicó Pérez.