Guillermo Romaní

Daniel Serra, badalonense afincado en Formentera desde hace años, afrontará el próximo año un reto que llevaba entre ceja y ceja desde hace tiempo, correr el famoso 'Marathon des Sables', que se corre del 1 al 12 de abril en pleno desierto del Sahara. Se trata de una de las pruebas más duras del mundo y consta de unos 250 kilómetros que se corren en ocho etapas alternando tramos de piedras y rocas y otros con impresionantes dunas que hay que ir subiendo y bajando, todo ello bajo un sol implacable.

-Tras su última competición, los 100 km de Madrid, ya tenía claro que el siguiente reto era el Sahara.

-Es verdad. Acabé extenuado, pero a la que regresé a Formentera ya tenía claro que el siguiente reto era el 'Marathon des Sables', que supone subir de nivel. Es cumplir un sueño y por suerte ha habido la posibilidad de correr esta prueba, una prueba muy dura no sólo por la distancia, por las condiciones en las que se corre sino porque además se corre con el sistema de autosuficiencia.

-¿Qué es la autosuficiencia?

-Es correr con todo cuanto necesitas a cuestas. En la mochila que cargas lo llevas todo, desde el saco de dormir, la ropa de recambio, la comida liofilizada, el kit de supervivencia que te proporciona la organización con la bengala de localización por si te pierdes o tienes problemas, es decir, lo llevas todo encima. Lo único que te proporciona la organización es el agua, y un tope de litros en función de la longitud de cada etapa.

-¿Una bengala por si uno se pierde con casi ochocientos participantes?

-Toda la ruta está perfectamente señalizada y la organización es de unas ochocientas personas, casi tantos organizadores como corredores; pero hay que tener en cuenta que la etapa más dura es de 80 o 90 kilómetros y hay corredores que la afrontan de una sola tirada, otros paran a dormir y luego reanudan la marcha y así las complicaciones se triplican, la carrera se fracciona y aunque al principio todo el mundo va en la misma dirección luego el grupo se va abriendo, se producen abanicos y puedes llegar a quedarte solo o simplemente una tormenta de arena desperdiga a los corredores.

-¿Cómo va la preparación de la prueba?

-Sigo la planificación que me hace mi entrenadora, Miriam Tejedor, y ahora estoy en la tercera semana de entreno, es decir en una primera fase muy suave, acumulando kilómetros por terrenos lo más parecidos posibles, playas por la arena y luego caminos y recorridos pedregosos y con fuertes pendientes que básicamente deberé hacer tanto por la zona de es Cap de Barbaria como por la Mola. Los entrenos más duros comenzarán entre la primera y la segunda semana de octubre, que es cuando iniciaré el entreno doble, es decir una sesión por la mañana y otra por la tarde compaginando el entreno con el trabajo, es duro, pero se hará, no hay problema.

-¿Cuál es su meta?

-En una carrera como esta y siendo la primera vez que la corro, lo más importante es terminarla. Después, como objetivo? ganar al corredor ibicenco que me he enterado que compite Eusebio Noguera, un corredor de Santa Eulària que también va a participar en esta 25ª edición de la prueba y está claro, he de terminar y hacerlo por delante de él.

-¿Al final corre por España o por Italia?

-Por España, y es verdad, es algo que me tenía muy preocupado ya que la organización sólo da un máximo de cien dorsales por país y al principio no me garantizaban que pudiera obtener plaza dentro de la expedición española. No se trataba de involucrar a dos sponsors -Consell de Formentera y la marca Ken Barrell, que le ayudan a pagar los 3.220 euros que cuesta la inscripción- y luego quedarse fuera de la carrera pero un amigo, Xavi Langa, se puso en contacto con el ex jugador de fútbol Luis Enrique que corrió 'les Sables' hace un par de años y finalmente la empresa No Limits que gestiona en España los derechos de inscripción me dijo que no podían asegurarme nada, que hiciera todos los trámites y se comprometieron a apuntarse mi nombre en letras mayúsculas y eso me tranquilizó; porque a través de Renzo, el organizador de la maratón de Milán me garantizaba dorsal pero a mí me cabreaba mucho tener dorsal en Italia y en España no, al final todo salió bien. Soy el número 68 de los españoles inscritos pero el dorsal no lo conoceré hasta que no haya hecho el último pago de la inscripción.