Pep Ferrés, presidente de la Associació de Navegants d'Altura Meditteranis (ANAM), puso como ejemplo una antigua película del cómico francés Jacques Tati para describir la llegada de La Ruta de la Sal en el puerto de Sant Antoni, que aún está en obras. «Es como cuando el ministro entra en el edificio y, al mismo tiempo, los obreros salen por la puerta de atrás. Estamos en pleno follón de la inauguración de una instalación náutica que será de gran nivel, pero hay que dar las gracias al Club Nàutic Sant Antoni porque su labor ha sido impecable», afirmó.

Por su parte, Pep Tur, presidente del CNSA, tras dar la bienvenida a los participantes y disculparse por las obras, aseguró que «el balance de este primer año recibiendo La Sal es bastante positivo, aunque este año nos ha pillado con mucho por hacer. El próximo espero que todo esté terminado, que se cuente con la nueva sede y que se puedan ofrecer mejores servicios». El acuerdo de los organizadores de La Ruta de la Sal con el CNSA es por tres años, que pueden ser prorrogables. «Para Sant Antoni es muy importante acoger esta prueba y todo el mundo se ha volcado. Además, el Club Náutico queda justo en el centro y es más fácil para todos los participantes poder moverse por el pueblo. No es que se le hayamos 'quitado' la prueba a Eivissa. Es que en su momento no han podido acoger la regata y nosotros estábamos muy interesados en hacerlo», agregó el presidente del CNSA.