El ibicenco Paco Vázquez, del Iurbentia Bilbao, cumplirá ante el Pamesa Valencia este domingo su partido número 450 en la Liga ACB, una cifra impresionante y al alcance de muy pocos. Su gran experiencia le coloca en la trigesimosegunda posición de la clasificación histórica de jugadores con más partidos disputados, a tres de Berni Hernández y cuatro de Ruiz Lorente. Seguro que les rebasa.

-¿Qué se siente al ser uno de los históricos de la máxima competición española?

-Tampoco se siente nada especial. Los 450 partidos lo único que plasman es la cantidad de años que llevo jugando al primer nivel. Cuando llegué a los 400 ya dije que todavía me pongo nervioso antes de cada partido, me enfado si juego mal y me preocupo cuando las cosas no van bien. Si no tuviera esa preocupación, no tendría que estar jugando. Todavía puedo ayudar a mi equipo y eso me ayuda a seguir adelante.

-Y todavía le queda cuerda para rato.

-Depende de cómo me vean los equipos y los entrenadores. Si la situación es propicia para seguir, yo encantado.

-¿Le gustaría renovar por el Iurbentia al término de la campaña?

-Sí, yo me encuentro cómodo y a gusto. Estoy muy involucrado en el proyecto, pero no dejamos de ser profesionales y no sabes cuándo vas a dejar de contar para unos u otros, por lo que estás abierto a cosas. Tal y como está el deporte y el baloncesto, hay que estar alerta, porque nunca se sabe qué puede pasar, pero ojalá logre estar aquí unos cuantos años más.

-¿Cuál es la próxima meta que se ha fijado?

-Ojalá pueda conseguir algo con el Iurbentia, un club que lleva siete años y tiene mucha ilusión por hacer bien las cosas. Es difícil lograr algo porque los equipos cada vez son mejores, pero sería bonito.

-450 partidos son muchos, pero alguno recordará con especial cariño.

-Sí, varios. El play off contra el Tau fue muy especial, y el que jugamos contra el Real Madrid, también. Los partidos que jugué con el Manresa para ganar el título fueron especiales, y también algunos del Joventut contra el Unicaja, en los que había una intensidad enorme. Daba gusto jugar esos encuentros.

-¿Y cuál le gustaría olvidar?

-El partido que perdí con el Manresa en Gijón, que supuso el descenso del equipo. Todavía tengo en la retina las oportunidades que dispusimos para ganar el partido, no las aprovechamos y fuimos a la prórroga, en la cual perdimos.

-Acumula ya 3.076 puntos. Son muchos.

-Sí, pero después de haber jugado tantos partidos, no es una media alta. Pero los puntos no lo son todo. Hay otras cosas que no salen en la estadística como el esfuerzo y la entrega en cada partido. No se puede dudar de que yo lo he dado todo siempre. Hay días que se te da mejor y otros, peor, pero hay que dar el cien por cien por el equipo sin anteponer las prioridades personales.

-¿Quién es el mejor jugador al que se ha enfrentado?

-Es difícil elegir uno, pero creo que Sabonis. No tuve que defenderle yo, pero era impresionante.

-Si le dieran carta blanca para fichar un jugador para el Iurbentia, ¿a quién traería?

-Ficharía a Pau Gasol, pero creo que no va a venir (añade entre risas).

-Sus actuaciones en la ACB acabaron llevándole a la selección. ¿Cómo valora esa etapa?

-Ese año fue muy especial. Jugué muy bien con el Unicaja, que pasó de ser un equipo medio a uno grande. La guinda fue ir a la selección con un rol muy secundario, de ayuda en defensa y mínima participación, pero sólo el hecho de estar en ese equipazo fue muy especial. Acudí con la mentalidad de siempre, la de dar todo por el equipo, y acepté la filosofía del míster para salir puntualmente. Le dije que haría lo que quisiera. Jugar con la selección es lo máximo. Pude hacerlo y conseguimos el bronce en el Europeo. Fue el año en el que Gasol y Navarro empezaron a coger el testigo de forma importante para formar ya parte de la historia del baloncesto.

-El día que tenga que decir adiós, ¿seguirá ligado al baloncesto?

-Me gustaría continuar relacionado con el deporte. Con mi experiencia, podría ser entrenador, que me apetece porque siempre me ha gustado el tema táctico y el de la enseñanza, o formar parte de un estamento deportivo de un club, porque tengo experiencia y sé lo que podría necesitar. Además, tengo la carrera de INEF casi terminada. Sólo me quedan cuatro asignaturas.