La segunda jornada de la XXIV Pujada a la Cala cumplió, como siempre, con las expectativas. La afluencia de público fue más del doble que la de la jornada del sábado (9.500 espectadores según la organización) y los pilotos, al menos la mayoría, también fueron mejores. Como estaba previsto, Pedro Roca fue el vencedor absoluto del Open y el ibicenco José Joaquín Fernández, el ganador de su grupo y primer turismo detrás de las barquetas.

El punto de mayor interés estuvo localizado en la tercera curva. La más conocida y visitada por el público en estos 24 años de carreras. Allí los espectadores vibraron y vivieron la emoción de esta prueba. En las curvas colindantes los que no podían ver lo que sucedía en la tercera sabían cuando alguien se había cruzado, cuando daba espectáculo por los aplausos y los vítores de los congregados.

Las barquetas, pero sobre todo los pequeños 'car cross' hicieron las delicias de todos. Marcelo Torres fue el más aclamado y es que el público le reclamaba que entrase en la citada tercera curva con el coche totalmente cruzado. Así lo hizo y el respetable se volvió loco.

La ausencia de algunos de los mejores del panorama nacional (dado que la prueba este año no puntuaba para el Campeonato de España de montaña) no mermó el espectáculo, pero si creó un abismo entre los 8 o 10 primeros y el resto de competidores.

El salto de nivel era evidente y por detrás de las barquetas de Roca, Arrabal, Huguet, Ramis o Torres y de los turismos de Fernández, Martorell o Serra el cambio era muy brusco. De hecho, Miguel Àngel Clemente al volante de un flamante 124 se colocó tercero de los turismos. Pero incluso entre éstos la diferencia era grande, sobre todo entre el campeón de España, el ibicenco Fernández, que con un mejor crono de 2'24''170 aventajó en casi 10 segundos al siguiente José Martorell con 2'33''288.

El Mitsubishi de Fernández estuvo a la altura de lo conseguido durante toda la temporada en el nacional de montaña. Repitiendo esos registros el piloto ibicenco logró mejorar su mejor registro en la Pujada en 2 segundos y medio.

Por supuesto que Fernández fue uno de los pilotos más observados en la prueba y es que es un gran conocido de la afición pitiusa que sigue sus evoluciones en el nacional desde hace años.

También hay que destacar la espectacular actuación de un veterano en la prueba ibicenca. Juan Carlos Huguet participaba en su 14 Pujada a la Cala. Hace 25 años que disputó la primera. El año pasado corrió con un Audi y este año se aventuró a subir los 4 kilómetros del recorrido en una barqueta. Un Silver Car con un motor de moto Suzuki de 1.100 cc y 200 caballos de potencia.

En la primera manga de carrera rondó los 2'35'' y en la última disputada ayer se colaba tercero del podio con unos excelentes 2'17''139. Sin duda ha sido la mejor progresión de todos los participantes en un fin de semana que ha supuesto para el ibicenco la primera y, posiblemente, última participación con este tipo de vehículo.

Huguet es pues el mejor ibicenco clasificado en la clasificación general del Open, por detrás solo de Gabriel Arrabal, segundo (2'14''675) y del vencedor Pedro Roca (2'09''791).

La jornada de ayer transcurrió sin incidentes ni accidentes. Al final fueron 32 los pilotos que lograron puntuar y por tanto figurar en la clasificación final, de los cuales seis sólo lograron un tiempo válido en una de las dos jornadas.