Miles de aficionados rodean el autobús descubierto que trasladó a los jugadores a La Cibeles.

Javier Muñoz|MADRID
El Real Madrid dejó atrás ayer cuatro años de sequía para ganar por trigésima vez la Liga española en un agónico triunfo por 3-1 sobre el Mallorca, con lo que hizo inútil la goleada del Barcelona 1-5 en Tarragona.

La Liga más emocionante de la última década se resolvió con el ya acostumbrado suspense. El Madrid dependía de sí mismo con una victoria, pero el Mallorca se adelantó a los 16 minutos y el Barcelona estaba goleando al Gimnàstic.

Para colmo de males, el Real Madrid perdió pronto por un tirón muscular a su goleador, el ariete holandés Van Nistelrooy, al tiempo que el venezolano Arango sembraba el pánico en la defensa madridista.

La entrada de Reyes en la segunda parte fue providencial. El jugador sevillano logró el empate a los 68 minutos tras una buena jugada de Robinho.

Cuando se cumplía el minuto 80, un potente cabezazo hacia atrás de Diarrá no lo pudo atajar el meta Miquel Angel Moyà y después de rebotar en Basinas se colaba en la portería.

Un estallido de júbilo inundó el estadio Santiago Bernabéu, donde el actor estadounidense Tom Cruise asistía asombrado al espectáculo. Reyes redondeó la noche con el tercero y definitivo gol que sellaba el ansiado título liguero para el Madrid, el trigésimo de su historia, mientras en Tarragona los seguidos azulgrana comenzaban a derramar las primeras lágrimas de una aciaga noche.

El estadio tembló cuando el árbitro pitó el final del partido y las emociones reprimidas se desbordaron mientras los jugadores madridistas se abrazaban con lágrimas en los ojos. Al tiempo cientos de aficionados ya rodeaban a la fuente de Cibeles que llevaba cuatro temporadas sin recibir la visita de los hinchas del equipo madridista.

El Barcelona, campeón las dos temporadas anteriores, hizo los deberes y goleó a domicilio al colista por un contundente 1-5, en una actuación extraordinaria del argentino Messi. Termina con los mismos 76 puntos que el Real Madrid, pero cede ante los blancos por tener peor resultado en sus enfrentamientos directos. Messi dio el pase del primer gol a Puyol y firmó el segundo y el cuarto. Ronaldinho marcó el tercero con su sello personal de falta directa y cerró la manita el tanto del italiano Zambrotta.

El Sevilla ni siquiera se acercó a las escasas opciones que tenía de ganar el título y se tendrá que contentar con la tercera plaza final, con derecho a Champions.

Al final perdió en casa ante el Villarreal (0-1), con gol de Fuentes que le vale al 'submarino amarillo' para meterse en la UEFA.