Gustavo L. Sirvent
El crecimiento de un deporte como el baloncesto empieza por sus cimientos, como todo en la vida. En ese capítulo es fundamental que los transmisores del conocimiento de esta modalidad deportiva, los entrenadores, tengan los máximos y mejores posibles. Ayer, Eivissa evidenció esas ansias por aprender, ya que tan sólo una quincena de técnicos asistieron en el pabellón de Blancadona al Clínic de Reis que organizaba la Asociación de Entrenadores de Baloncesto (AEEB).

Se puede aludir a las fechas navideñas o a que era domingo, pero los que no estuvieron presentes se perdieron una enriquecedora charla de Curro Segura, ex técnico del ViveMenorca de ACB, respecto al juego tres contra tres en medio campo, enfocado para los equipos de formación. «Quería intentar llevar a la cancha ejercicios que usamos habitualmente y que seguro que ellos también usan, pero con mi forma de verlo y tratar de que alguna idea quede y enriquecer todo lo que se pueda el juego, sobre todo en la formación de jugadores jóvenes que es de lo que se trata», argumentó el preparador granadino.

El ejemplo más importante para Balears en el panorama baloncestístico nacional es Menorca, que ha conseguido colarse en el selecto grupo de equipos ACB. Para que ese hipotético caso se pueda dar en las Pitiüses se han de dar distintos condicionantes.

«Se está haciendo bien en femenino. El trabajo del PDV es bueno y quizá falta un club en masculino que, trabajando desde la base, consiga sacar gente. Esto no es fácil no sólo en Eivissa sino en cualquier sitio. Bien es cierto que Menorca tiene mucha tradición y es una isla de básquet, pero una forma de crecer es con entrenadores ilusionados», aseveró el entrenador andaluz, quien apostilló que a ese ingrediente se le ha de añadir el institucional y el económico. «No se puede construir nada sin un apoyo institucional o sin un patrocinador que te apoye. En Menorca, tanto el crecimiento del club como la ilusión del baloncesto en la isla, han ido de la mano junto a las instituciones», apuntó.

Fue destituido del bloque menorquín el pasado 10 de noviembre y de momento dice no tener ningún ofrecimiento de clubes ACB o LEB. «Vivo en Menorca porque mi mujer trabaja allí, pero no tengo nada que ver con el club. Ahora, a mitad de temporada, es difícil. Si hubiera alguna oferta de LEB lo pensaría pero ahora no hay nada».