ESTADOS UNIDOS 85
ALEMANIA 65

ESTADOS UNIDOS (23+17+27+18): Wade (3), Anthony (19), James (13), Brand (6), Paul (9), Hinrich (3), Bosh (10), Johnson (11), Howard (8), Battier (1), Miller (0), Jamison (2).

ALEMANIA (21+18+13+13): Okulaja (15), Hamann (8), Greene (9), Femerling (4), Nowitzki (15) - cinco inicial- Demirel (0), Schultze (7), Garrett (2), Herber (3), Roller (2), Grunheld (0), Jagla (0).

Arbitros: Mike Homsy (CAN), Juan Carlos Arteaga (ESP) y Guerrino Cerebuch (ITA). No excluyeron a ningún jugador por personales.

Javier Villagarcía|SAITAMA

El combinado de la NBA que representa a Estados Unidos en el Mundial 2006 accedió ayer a las semifinales del torneo sin brillar, tras superar a una selección alemana que volvió a contar con un Dirk Nowitzki muy flojo.

El conjunto estadounidense, entrenado por la leyenda del baloncesto universitario Mike Krzyzewski, se metió en la lucha de las medallas con más sudor que calidad, pero demostrando que sigue siendo uno de los favoritos.

La estrella de los Denver Nuggets, Carmelo Anthony, con 19 puntos, fue su mejor arma y uno de los artífices del despegue en el marcador que permitió a EEUU afrontar el cuarto decisivo con una cómoda ventaja.

La colección de jugadores de la NBA sigue pisando fuerte con la misión de restaurar el honor perdido en el anterior Mundial, en Indianápolis, donde finalizaron sextos.

Alemania logró plantar cara a su poderoso rival, pero no pudo ir más lejos al no poder contar con el mejor Nowitzki, que finalizó con unos números muy pobres, 0 de 2 en triples y 3 de 10 en tiros de dos.

La selección germana sabía que para sobrevivir al mayor poderío físico estadounidense debía emplearse a fondo en defensa y mover el juego en ataque con circulaciones rápidas.

Con este planteamiento de juego los hombres de Dirk Bauermann lograron trabar la maquinaria ofensiva del combinado NBA y mantenerse a flote en el marcador los dos primeros cuartos, el segundo incluso lo ganaron por un punto.

Que la selección de EEUU llegue al descanso únicamente con 40 puntos ya se puede considerar un éxito. Uno de los artífices fue Patrick Femerling, gracias a sus intimidatorios 2,15 metros de altura.

Las defensas alternativas desplegadas por el conjunto alemán dieron resultado y los estadounidenses no pudieron lanzar con comodidad. Al descanso se marcharon con 5 de 20 en triples y 9 de 24 en tiros de dos, unos porcentajes bajísimos.

Lebron James fue el jugador más acertado en los primeros minutos del primer cuarto, al meter 7 puntos de manera prácticamente consecutiva.

Hamman y Okulaya se ocuparon de mantener a flote al barco alemán, que además logró contar con varias ventajas durante el primer cuarto.

A falta de dos minutos para el final del primer capítulo del partido, Schultze puso a Alemania por delante con un triple y tras transformar una asistencia de Nowitzki (16-21).

Pero Estados Unidos logró finalizar el corte por delante tras una controvertida decisión arbitral que otorgó a Johnson una canasta con tiro adicional incluido, un mundo después de que le hubieran hecho la falta.

En el segundo cuarto Estados Unidos siguió sin resolver sus problemas de ataque. La zona alemana se le atragantó, con sus tiradores en horas bajas.

Nowitzki le tomó la medida a Shane Battier y a los 15 minutos volvió a igualar el marcador, sin embargo poco después la estrella de los Dallas Mavericks se cargó de faltas, al cometer la tercera.

Un triple de Carmelo Anthony permitió a Estados Unidos finalizar el segundo cuarto por delante.

Los pupilos de 'coach K' salieron en el tercer cuarto a morder, con una defensa asfixiante. Los robos de balones que logró EEUU los aprovechó Carmelo Anthony con 7 puntos consecutivos, un triple incluido. Entonces Dirk Nowitzki comenzó a anotar con más regularidad y a tomar más responsabilidad en ataque, pero Estados Unidos ya había tomado las riendas del partido y no la soltó hasta el final del encuentro.

Grecia 73 - Francia 56

Grecia ratificó las previsiones que le daban como favorita para conseguir el pase a las semifinales del Mundial 2006 ante Francia, que siempre marchó a remolque en un partido de escasa producción ofensiva y marcado carácter defensivo, muy a la griega. La pizarra de Panagiotis Giannakis, técnico heleno, frenó la velocidad francesa en beneficio de un encuentro lento y de posesiones largas, una fórmula que al principio de la década de los noventa distinguió a los clubes y a la selección griega.