09/07/06 0:00
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Es el día. Italia y Francia se encontrarán esta noche en el Olímpico de Berlín para pelear por la gloria mundial. Nunca antes se habían encontrado instalados sobre la cima, aunque sus candidaturas admiten pocas discusiones. Se trata de dos escuadras fiables y que han ido creciendo a medida que el torneo subía su temperatura. En ambos lados, la catarsis ha sido evidente. Dubitativos durante la primera fase, su solvencia y eficacia ha sido proporcional al tamaño de los retos que han ido apareciendo por el camino.

Ahí está la tricampeona Italia, que ha subido hasta el último peldaño agarrándose a su señas de identidad, pero también activando el plan «B» cuando el escenario lo ha requerido. Impermeable, Italia ha sido un muro durante todo el torneo. Sólo ha recibido un gol, paradójicamente en propia puerta de Cristian Zaccardo y que significó el decepcionante empate ante Estados Unidos durante la primera fase de la competición. En su libro de ruta aparece su polémico triunfo sobre Australia en octavos, pero también su exhibición de fuerza ante Ucrania en cuartos de final y su épica actuación ante la anfitriona Alemania; un duelo que se resolvió en la prórroga y después de que Lippi lanzara a su equipo al ataque.

Está siendo el Mundial de Fabio Cannavaro y Gennaro Gattuso, dos exponentes decatennacio, pero también de Fabio Grosso y Andrea Pirlo, un futbolista creativo que ha conducido a la «squadra azzurra» hasta la sexta final de su historia.

Si Italia se ha aseado a medida que ha ido acumulando partidos, la gráfica de Francia también ha sido ascendente. Con casi todo bajo sospecha, el conjunto galo se ha rebelado ante las críticas y los que exigían un relevo generacional. El influjo de Zinedine Zidane ha resultado determinante en el resurgir de la vieja Francia, que en las eliminatorias ha dejado en la cuneta a España, a la gran favorita Brasil y a Portugal.

El penúltimo acto del Mundial'06, la final de consolación, fue un acto de redención de Alemania, que superó con nitidez a Portugal (3-1) y se apropio del tercer puesto.