Javier Muñoz|BERLIN
La tricampeona Italia, la selección menos goleada del campeonato, se mide en la esperada final del Mundial de Alemania 2006 a Francia, capitaneada por un crepuscular Zinedine Zidane que sueña con entonar aquí su canto de cisne. El estadio olímpico de Berlín será el escenario de una final mundialista inédita con un pronóstico más que incierto, ya que ambos llegan al partido decisivo después de haber tumbado con solvencia a los grandes favoritos.

Italia ha sido fiel a sus virtudes tradicionales. El muro transalpino ha sido infranqueable hasta la final, con la única flaqueza del gol, curiosamente en propia puerta de Cristian Zaccardo, que significó el empate ante Estados Unidos en la primera fase.

Ese fue el solitario lunar de un equipo sólidamente formado en la cobertura con el mejor portero Gianluigi Buffon y un central en plenitud, Fabio Cannavaro.

Italia, sin embargo, ha mostrado sobre el campo que tiene muchos más recursos que el defensivo a ultranza. En la semifinal frente a la anfitriona Alemania no necesitó el «catenaccio» para desmantelar a Ballack y sus compañeros con un perfecto control del centro del campo, en el que destacaron la destrucción de Gennaro Gattuso y la creación de Andrea Pirlo.

El lateral izquierdo Fabio Grosso, objeto del penalti ante Australia en octavos y del gol que abrió el triunfo en la prórroga frente a Alemania, ha sido otro de los hallazgos del equipo transalpino, basado como siempre en su inquebrantable espíritu de sufrimiento.

El punto débil ha sido la apuesta ofensiva de Marcello Lippi por Luca Toni, máximo goleador europeo del año, y Alberto Gilardino. El primero sólo ha anotado dos tantos y el segundo uno, aunque para compensarlo un total de diez jugadores italianos han marcado en el presente torneo, entre ellos suplentes de oro como Alessdandro del Piero y Filippo Inzaghi.

La trayectoria de Francia ha sido el constante «in crescendo» de un equipo enrabietado porque hasta sus propios compatriotas le daban como jubilado y sin opciones.

Con la batuta de un rejuvenecido Zidane, artífice de los mejores momentos de calidad del torneo, Francia dejó en la cuneta a una embalada España, a la gran favorita Brasil y tiró de oficio en semifinales para doblegar a Portugal. Algo que parecía increíble después de sus discreta primera fase.

Ha sido precisamente el oficio y la veteranía la que ha hecho que Zidane, el goleador Thierry Henry, el defensa Llian Thuram, el centrocampista Claude Makelele y el hombre para todo, el juventino Patrick Vieira, empujaran hacia adelante un equipo por el que en los primeros compases de la cita mundialista nadie daba un euro.

El complemento perfecto a los abuelos ha sido el interior derecho Frank Ribery, un jugador que a los 23 años aúna toque, rapidez, garra y hasta gol, pero sobre el que nadie había reparado hasta ahora.

La historia está del lado de Italia, que ha ganado tres mundiales y disputará su sexta final, pero cuidado con Francia, que siempre ha salido victoriosa en las finales importantes: Eurocopa de 1984, el Mundial de 1998, en ambas como local, la Eurocopa 2000 y las Copas de las Confederaciones de 2001 y 2003.

Continuidad
Lo más probable es que ambos equipos repitan hoy el equipo titular de las semifinales ante Alemania y Portugal, respectivamente.

Italia y Francia disputarán hoy en la final del Mundial su encuentro internacional número 33, con ventaja de los jugadores transalpinos de diecisiete victorias, ocho empates y siete derrotas.

Sin embargo, en los partidos oficiales hay igualdad: tres triunfos por cada bando y un empate.

El último choque data de la Eurocopa Bélgica-Holanda de 2000 con triunfo francés en la final de Rotterdam por 2-1 y el gol decisivo que daba el título a cargo de David Trezeguet, suplente en este Mundial.

Ganen o pierdan en la final de la Copa del Mundo de Fútbol, los «bleus» comerán el lunes en el Elíseo, invitados por el presidente francés, Jacques Chirac, anunció ayer la Presidencia francesa.

Un recibimiento con todos los honores que había sido desvelado previamente por el diario deportivo «L'Equipe» en su edición de ayer. El Elíseo ha confirmado también que el presidente Chirac estará presente esta noche en el estadio olímpico de Berlín, en la final de los «bleus» frente a Italia.

POSIBLES ONCES:
ITALIA: Buffon; Zambrotta, Materazzi, Cannavaro, Grosso; Camoranesi, Gatusso, Pirlo, Perrotta; Francesco Totti; y Luca Toni.

FRANCIA: Barthez; Sagnol, Thuram, Gallas, Abidal; Vieira, Makelele; Ribery, Zidane, Malouda; y Henry.

Àrbitro: Horacio Elizondo (Arg.).
Estadio: Olímpico de Berlín.
Hora: 20:00.