La lluvia y el eterno duelo entre Radek Stepanek y Jonas Bjorkman (cuatro horas, tres minutos y dos interrupciones) impidieron ayer a Rafael Nadal conseguir el pasaporte para las semifinales de Wimbledon. El tenista mallorquín y Jarkko Nieminen tuvieron que aplazar su enfrentamiento de cuartos de final hasta hoy. El balear quiere seguir haciendo historia en el All England Club y persigue su tercera victoria ante el finlandés. Será en el primer turno de la pista uno (14.00 horas en España). Se pasó ayer todo el día Rafael Nadal en el club pendiente de la televisión. Entre las dos interrupciones por culpa de la lluvia y que Stepanek y Bjorkman parecían empeñados en jugar todo el día, el mallorquín veía como avanzaban las horas y sus opciones de jugar eran cada vez más reducidas hasta que a las ocho y cuarto de la tarde londinense -una hora menos que en España- el director del torneo tomó la decisión de aplazar el encuentro ya que todavía debía disputarse un set del duelo anterior y era imposible que terminaran.

En principio, a Rafael Nadal no le va a venir mal la decisión de posponer el partido, ya que hoy se espera que el día sea más caluroso y que no llueva. En Wimbledon, las condiciones climatológicas juegan un papel muy importante y cuanto más calor haga, mejor para el mallorquín. Mejor porque el bote de la pelota es más alto y más lento y Nadal puede dirigir mejor cómo se desarrollan los puntos. De Jarkko Nieminen preocupa la facilidad con la que juega. Es un tenista muy habilidoso, con muchos recursos, aunque Rafael Nadal parte como claro favorito. Ya no sólo porque le ha ganado en los dos enfrentamientos oficiales en los que se han medido (Stuttgart 2005 y Conde de Godó 2006) y en el partido de exhibición que jugaron sobre hierba unos días antes del comienzo de Wimbledon, sino porque el mallorquín está mostrando una imagen extraordinaria sobre esta superficie.

Rafael Nadal lleva dos partidos (Andre Agassi e Irakli Labadze) sin perder su servicio, ni siquiera sin ceder ni una sola pelota de break. De hecho, el estadounidense y el georgiano han llegado como máximo a 30 en los juegos en los que sirve el manacorí. Precisamente el saque va a ser una de las armas que va a utilizar el balear ante Nieminen, igual que la seguridad de sus golpes desde el fondo de la pista y los tiros ganadores con los que ya se siente cómodo. Rafael Nadal ya sabe que si consigue superar a Jarkko Nieminen tendrá que enfrentarse en las semifinales con Marcos Baghdatis. El tenista chipriota rompió los pronósticos y eliminó a Lleyton Hewitt en cuatro sets (6-1, 5-7, 7-6 y 6-2). Baghdatis es una de las grandes revelaciones del año, ya que antes de clasificarse para estas semifinales de Wimbledon, había conseguido meterse en la final del Open de Australia. Es pronto para sacar conclusiones porque Rafael Nadal todavía tiene que medirse con Jarkko Nieminen, pero en principio que haya ganado Baghdatis le favorece. Hewitt es un tenista tremendamente complicado porque es capaz de reponerse cuando parece perdido, mientras que el chipriota es un tenista más previsible, además de que el mallorquín le conoce bien.