Efe
El campo de San Mamés llenará sus 40.000 localidades 821,00 horas) para despedir al Athletic Club de Bilbao y homenajear al flamante campeón de Europa, el FC Barcelona, en un clásico de Primera División que servirá para poner punto final de forma oficial a la temporada 2005/2006 y en el que sólo está en juego el Pichichi. A pesar de su nula trascendencia clasificatoria el encuentro ha despertado una gran expectación, como demuestran las colas registradas ayer en las taquillas de La Catedral y que han obligado al club rojiblanco a colocar el cartel de no hay billetes .

Esos seguidores que, a falta de comprobar la respuesta de los socios, abarrotarán San Mamés podrán disfrutar por fin de una jornada tranquila, y además con un visitante de lujo, después de una campaña en la que el sufrimiento y la angustia por el riego del descenso han alcanzado cotas desconocidas en Bilbao. La incógnita que no quedará despejada hasta el final del choque es el recibimiento y la despedida que tributará la afición tanto a sus jugadores como al palco que presidirá Fernando Lamikiz en una despedida de temporada que se interpreta desde algunos sectores del entorno rojiblanco como un plebiscito popular.