La escudería Renault F1, con el campeón del mundo, Fernando Alonso, se presentó en Mónaco, con los objetivos de renovar sus títulos de pilotos y constructores y con un sabor a despedida, ya que al acabar la misma serán muchos los que la abandonen, empezando por Alonso, que en el acto protocolario desarrollado en el Forum Grimaldi, ha manifestado una vez más que, a pesar de haber logrado el año pasado el campeonato, su motivación para el presente sigue siendo la misma de siempre: «ganar el campeonato, ganar carreras y ganar como siempre en cualquier cosa que compita». El presidente de Renault, Carlos Ghosn, que no estaba presente en el acto, a través de un vídeo puso de manifiesto los objetivos del equipo para la presente temporada: «ofrecer un buen espectáculo y luchar al más alto nivel para ganar de nuevo». Sin embargo Ghosn, que el próximo 9 de febrero dará un conferencia de prensa para exponer los planes globales del fabricante francés, incluida la competición, no aclaró demasiado sobre el futuro de la casa en la Fórmula Uno. «Mientras continuemos ofreciendo un buen espectáculo y logremos buenos resultados no hay por qué cuestionarse nuestro futuro en la Fórmula Uno», para a continuación añadir: «Hay evidentemente incertidumbres sobre cómo va a evolucionar la Fórmula Uno a partir de 2008; no se trata de una preocupación únicamente de Renault, sino de todos los constructores involucrados ahora que intenta definir como será la Fórmula Uno en el futuro». «Si prescindimos de esta incertidumbre y si la Fórmula Uno continúa teniendo un buen rendimiento para la inversión de los participantes y en particular para el vencedor, deberemos estar ahí», concluyó. Tras las palabras de Carlos Ghosn llegó el turno de hablar del director de la escudería, el italiano Flavio Briatore, y comenzó arremetiendo contra la prensa francesa «por decir sin ningún motivo que Renault va a dejar la Fórmula Uno».