El Rapid jugó ayer con su segundo equipaje para devolver al Villarreal el favor de la primera vuelta. |Foto: MARCO TORRES

Rapid 1
Villarreal 2

RAPID: Carlos (-), Cabrera (*), Javi (*), Pablo (*), Toni Curuné (**), José Luis (**), Larbi (*), Alexis (**), Salinas (*), Antoñito (**) y Samir (**).
Cambios: Vicent por Larbi (min. 61), Aaron por Cabrera (min. 71) y Edu por Salinas (min. 80).

VILLARREAL: Toni (**), Angel (*), Víctor (**), Paco (**), Ramón (*), Gueral (*), Alberto (**) , Cervera (**), Lionel (*), Rubén (*) y Hermosa (*).
Cambios: David por Alberto (min. 56), Jordi por Rubén (min. 74) y Carlos por Hermosa (min. 92).

Àrbitro: Alberto Morena (-). Amonestó con tarjeta amarilla a Toni Curuné, Antoñito, Samir y Edu del Rapid y a Toni, Gueral y Hermosa del Villarreal.

Goles:
0-1, minuto 14, Paco.
0-2, minuto 27, Cervera.
1-2, minuto 29, José Luis.

Iván Muñoz

No sólo plantó cara el Rapid al Villarreal, equipo con una de las canteras más prestigiosas del momento, sino que además estuvo a punto de impedir en el último minuto que se llevara el partido. Algo que evitaron la providencial actuación de Toni y el larguero en una jugada rocambolesca, de esas que el azar parece decidir si terminan en gol o no en función de la posición que el equipo que la crea ocupa en la tabla.

El conjunto ibicenco -que ayer vistió de azul para devolver a los castellonenses el favor de jugar con su segundo equipaje en el partido de ida- tuvo gran parte del segundo tiempo a su rival encerrado. Pero pagó demasiado los errores cometidos en la primera media hora de partido. Los locales empezaron nerviosos e imprecisos, perdiendo balones en las zonas más comprometidas del campo.

Algunos fallos en la defensa y especialmente del guardameta Carlos dieron lugar a varias ocasiones para el Villarreal que sólo fueron contrarrestadas por un tiro de Salinas que Toni acertó a parar. No se había cumplido un cuarto de hora todavía cuando Paco recogía un balón en el área pequeña antes tocado por Rubén y fusilaba la meta local. Era el 0-1 y Can Misses se temía una goleada. Pero lejos de amilanarse, los de Walter Austin empezaron a desperezarse y crear jugadas, en gran medida gracias a la rapidez del debutante Antoñito y Salinas, que incluso envió un balón al palo.

Lástima que de nuevo la inseguridad de Carlos en una salida diera lugar a una falta en el borde del área. Cervera se encargaría de transformarla emulando a la estrella del primer equipo, Riquelme, quien había enviado una camiseta firmada para que fuera rifada en el descanso.

Las cosas parecían torcerse definitivamente, pero dos minutos después José Luis recortaba distancias con un gran tiro desde fuera del área. El Rapid pudo incluso empatar por mediación de Salinas, pero el balón salió rozando el palo.

En la segunda parte, el Rapid encerró al Villarreal en su campo gracias a una gran presión, la labor de José Luis y las jugadas de Samir, Antoñito y Salinas. El arbitraje, anticasero, y eso llamado «mala fortuna» privaron a los locales de ese resultado necesario para recuperar la moral.