David Meca sigue empeñado en demostrar que no hay retos imposibles. El nadador catalán, vigente campeón del mundo de los 25 kilómetros en aguas abiertas, afrontará el 3 de enero el mayor desafío en su carrera deportiva e intentará recorrer a nado las 55 millas náuticas (99 kilómetros) que separan la Península de Balears, en concreto desde el Cabo de San Antonio, en Jàvea, hasta Eivissa. «Me gusta hacer hazañas que no se han conseguido hasta ahora y con las que demuestro la capacidad de superación del ser humano», declaró el nadador ayer en Marca.

Meca ha demostrado en los últimos años que siempre que haya agua de por medio es capaz de cualquier cosa. Desde cruzar la bahía de San Francisco desde Alcatraz con grilletes y cadenas, o intentar atravesar el Lago Ness con el agua congelada y estando al borde de la hipotermia. También permaneció 23 horas en mar abierto para enlazar las islas de Tenerife y Las Palmas, aunque reconoce que esta prueba será aún más difícil. «La distancia era similar, pero entonces era finales de mayo y sólo tuve siete horas de noche y al agua a unos 20 grados. Esta vez serán casi 15 horas de noche y una temperatura de 14 o 15 grados», aseguró.