Europa Press
Fernando Alonso se convirtió en 2005 en el campeón del mundo de la Fórmula 1 más joven de la historia y llevó al automovilismo español a tocar un techo que hasta ahora parecía inalcanzable en un deporte donde la tradición era ínfima. Y es que hace unos años nadie podía imaginar que el encargado de poner fin al reinado del piloto alemán Mi- chael Schumacher iba a ser un español de apenas 24 años que iba a inscribir con letras de oro su nombre en la historia de la Fórmula 1.

Y es que el español lideró el relevo generacional del que también parece acompañarle de la mano el finlandés Kimi Raikkonen, llamado a ser su gran rival en los años venideros, y más teniendo en cuenta con el cambio de monoplazas que habrá en 2007 con el confirmado fichaje de Alonso por McLaren y que puede acabar con el nórdico en Ferrari para seguir manteniendo viva la llama de la rivalidad.

'Magic' Alonso, apodo que se ha ganado a pulso en la pista, fue el gran protagonista de un Mundial que dominó desde el principio y el gran artífice de la llamada 'Alonsomanía' que llevó a la Fórmula 1 a unas cotas de expectación inesperadas en el país nunca, incluso llegando a competir con el rey fútbol. Como ya predijo hace dos años un visionario Flavio Briatore, el mismo hombre que llevó a la cima al 'Kaiser' Schumacher y que hoy lo hizo con Alonso, este 2005 tenía que ser el año del ovetense, que además fue galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de los Deportes, y su talento y nervios de acero afloraron en todo su esplendor. Alonso ha sido el encargado de inyectar savia nueva marcando el fin del monopolio que era la Fórmula 1 con Ferrari y Michael Schumacher. Al volante de su Renault ha dado el primer paso hacia lo que puede ser una nueva era, la suya.