Alonso voló en el desierto bahrainí, donde no se dejó
impresionar por el estreno del nuevo Ferrari (F2005) del alemán
Michael Schumacher, que, después de un flojo arranque de temporada,
ayer celebró el tercer puesto parcial, por detrás del italiano
Jarno Trulli, de Toyota y compañero del asturiano los dos últimos
años.
Especialista en optimizar al máximo sus recursos, Alonso
exprimió la rentabilidad de un R25 cuyas prestaciones se potencian
con las de los neumáticos que lo calzan (Michelin) e invitan a
soñar en gestas deportivas de dimensiones incalculables.
Las nuevas reglas lo sacaron a relucir: aceleraron todos en
igualdad de condiciones, con el combustible justo; y bajo un sol de
justicia el calculador Alonso volvió a brillar.
El de Oviedo cubrió los 4.517 metros de la pista bahrainí en un
tiempo de un minuto, 29 segundos y 848 milésimas, 145 menos que
Trulli. Pilotó con destreza a una media de casi 217 kilómetros a la
hora, con lo que logró la mitad de la que puede ser la quinta pole
de su carrera deportiva, después de las que anotó en Malasia y
Hungría hace dos años, donde se convirtió en el piloto más joven de
la historia en ganar una carrera de F-1, con 22 años y 27 días; la
de Magny Cours el año pasado y la de Sepang, de nuevo en Malasia,
de hace dos semanas.
A Pedro Martínez de la Rosa, le tocó salir el primero en la
crono y barrer la pista de Sakhir -que, enclavada en el desierto,
es propensa a llenarse de arena y polvo-, algo que no le ayudó
demasiado. El catalán, sustituto en McLaren del colombiano Juan
Pablo Montoya, lesionado, rodó en 1:30.725 y acabó noveno.
Si el barcelonés lo hizo el primero, a Fernando Alonso, que
viene de ganar de forma épica en Malasia, le tocó arrancar el
último, debido a la regla que indica que la salida en la primera
sesión se efectúa en orden inverso al de la clasificación otenida
en el Gran Premio anterior.
Ecrack del Principado no dejó escapar su oportunidad y con un
pilotaje impecable motivó de nuevo la presencia en el 'motorhome'
de Renault del 'mandamás' del mayor espectáculo deportivo del orbe,
Bernie Ecclestone, que acudió de nuevo a felicitar al carismático
asturiano, para mayor regocijo de su patrón, el italiano Flavio
Briatore. El británico sabe que el español se puede convertir en el
mejor producto de «su» factoría. La Fórmula Uno es un gran negocio.
Para inquietos y valientes. El hombre del momento es Fernando
Alonso. Y el equipo de moda es Renault. Acomplejados,
abstenerse.
Con anterioridad, en la segunda de las dos últimas sesiones de
entrenamientos libres, el australiano Mark Webber (Williams-BMW)
había batido el récord del circuito, marcando su vuelta rápida en
un tiempo de un minuto, 29 segundos y 527 milésimas. Obviamente, en
otras condiciones que en la sesión cronometrada.
Schumacher, ganador el año pasado -Alonso fue sexto en esa
ocasión, tras protagonizar una sensacional remontada en una carrera
que fue presenciada por el rey Juan Carlos-, había logrado la pole
en 1:30.139, en el estreno de la pista bahrainí.
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