Agencias|PALMA
El Mallorca obtuvo ayer su segunda victoria en Son Moix, la cuarta de la temporada, ante el Getafe, al que superó gracias a la velocidad de sus puntas y al juego por las bandas, en un importante triunfo que le coloca con 17 puntos en la clasificación en los puestos de descenso de la Primera División.

El curso del partido se vio rápidamente alterado cuando el delantero mallorquinista Luis García convirtió en gol el penalti que el colegiado Medina Cantalejo señaló por derribo en el área del central Sergio Ballesteros, que fue empujado por Nano en el momento en el que intentaba rematar un lanzamiento de esquina.

El Mallorca materializaba así su superioridad inicial sobre el Getafe, al que dominaba con el control del balón y un juego basado en una defensa adelantada, la compresión de las líneas y las incursiones por las bandas de Tuni y Campano.

El Getafe trataba de compensar la desventaja en el marcador con pases en profundidad a sus puntas, sin causar mucho peligro, hasta que una pelota cruzada por Cotelo desde la derecha fue rematada por Yordi, quien, sin oposición, cabeceó ante David Cortés e introdujo el balón con una parábola suave en la portería bermellona, ante el estupor de Moyá, la retaguardia mallorquinista y el público de Son Moix.

Con el empate, el meta mallorquín chocó con Craioveanu en el área, al que impidió alcanzar un balón colgado que el portero no pudo llegar, en una jugada que podría haber cambiado el signo del partido si el árbitro la hubiera sancionado con penalti.

El equipo local volvió a adelantarse en el marcador con una jugada iniciada por Okubo, quien conectó con un pase cruzado con Luis García, que se adelantó a la defensa y se quedó solo ante Sánchez Broto. El delantero mallorquinista pasó el balón a la izquierda, donde Arango lo recogió para anotar a puerta vacía, en una combinación cuya nulidad fue reclamada por los jugadores del Getafe por un supuesto fuera de juego.

A los seis minutos de la reanudación, una bonita jugada de Tuni, quien perforó con una internada la defensa madrileña, fue prolongada con un veloz esprint de Luis García, que, tras abandonar a sus marcadores, se volvió a quedar solo ante Sánchez Broto, al que superó con un regate para después batirle con un disparo cruzado.

Esta nueva ventaja en el marcador sumió al Mallorca en un estado de efervescencia, que multiplicó las oportunidades insulares de volver a batir la portería del Getafe, aunque la mayoría de contragolpes fueron abortados por el árbitro.