AT. MADRID Leo Franco (*), Velasco (*), Perea (*), Pablo (**), Antonio López (*), Ibagaza (**), Colsa (*), Luccin (*), Gronkjaer (**), Salva (*)y Fernando Torres (*).
Cambios: Jorge (*) por Salva, Nuñez (*) por Gronkjaer y Raúl Medina (-) por Colsa.
ALBACETE: Gaspercic (*), Oscar Montiel (*), Buades (*), Rubén (*), Peña (*), Redondo (*), Alvaro (*), Viaud (*), Momo (*), Pacheco (*)y Francisco (**).
Cambios: Davis Sánchez (*) por Alvaro, Olivera (*) por Redondo y Rubén Castro (*) por Francisco.
Àrbitro: Puentes Leira. Enseñó tarjeta amarilla a Buades, Luccin, David Sánchez e Ibagaza.
Goles:
0-1, Minuto 11, Francisco.
1-1, Minuto 19, Torres, de penalti.
2-1, Minuto 28, Ibagaza.
3-1, Minuto 44, Pablo.
El Atlético tomó oxígeno, con un triunfo muy necesitado ante un débil Albacete, que se presentó en el estadio Vicente Calderón como el bálsamo necesario para un equipo que pasó la semana en la picota por los últimos malos resultados. En el minuto 11, Francisco sacó un balón de su área y se recorrió medio campo hasta llegar a unos 40 metros de la portería de Leo Franco, levantó la cabeza y envió un balón a media altura y suave que dejó boquiabierto al Calderón. Un golazo que contó, no obstante, con la permisividad del francés Peter Luccin, que no obstaculizó al rival y le dejó el camino expedito. Tuvieron suerte los rojiblancos, porque sólo seis minutos después (m.18), el árbitro pitó un riguroso penalti de Montiel a Colsa que transformó en gol Fernando Torres. El tanto puso al descubierto las carencias del Albacete y su precaria situación en la tabla, porque el Atlético se hizo con los mandos gracias simplemente a la velocidad de Jesper Gronkjaer por la izquierda.
Él fabricó el segundo tanto, con una galopada tremenda por su banda y un centro que se encargó de convertir en tanto Ariel Ibagaza. Fue un gol que dejó en evidencia a la defensa del Albacete, que no puso la más mínima oposición a la internada del danés y que falló en el centro al no saber despejar el balón. Igual de inocente se mostró la zaga de José González en el tercer tanto (m.45). Falta que saca Luccin desde la banda izquierda y Pablo, sin apenas oposición y de cabeza, marca. Era el 3-1 y la puntilla para el Albacete, al que no le quedó otra opción que intentar estirarse, pero que no lo consiguió. Pudo, no obstante, marcar por mediación de Buades y Pacheco en jugadas de estrategia, pero fueron acciones aisladas.
La segunda mitad siguió con el guión de la primera, con un Atlético más tranquilo y un Albacete que era un constante quiero y no puedo. Las ocasiones se sucedieron para los locales, que de forma incomprensible no hicieron el cuarto, pero que vieron transcurrir los minutos con la serenidad de un triunfo casi seguro. Fue cuando el estadio se encendió al ver como se intentaba retirar una pancarta en el fondo norte que rezaba «salvemos el Calderón» y cuando Ferrando dio la alternativa al último fichaje del Atlético, el uruguayo Richard Nuñez, que entró en el campo con el beneplácito de la afición y que seguro que tendrá más minutos en próximos encuentros para que pueda demostrar su valía.
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