Real Madrid 4
Roma 2

R. MADRID: Iker Casillas, Míchel Salgado, Helguera, Samuel, Roberto Carlos, Figo, Beckham, Celades, Zidane, Raúl y Ronaldo.
Cambios: Guti por Celades, Pavón por Raúl y Raúl Bravo por Ronaldo.

ROMA: Pelizzoli, Panucci, Dellas, Cufré, Candela, Mancini, De Rossi, Dacourt, Perrotta, Totti y Cassano.
Cambios: Sartor por Candela y Mido por De Rossi.

Àrbitro: Valentin Ivanov (Rusia). Mostró cartulina amarilla a Celades, Helguera, Samuel, del Real Madrid y a Panucci, del Roma.

Goles:
0-1, Minuto 3, De Rossi.
0-2, Minuto 21, Cassano.
1-2, Minuto 39, Raúl.
2-2, Minuto 52, Figo, de penalti.
3-2, Minuto 72, Raúl.
4-2, Minuto 79, Roberto Carlos.

Luis Villarejo|MADRID

El Real Madrid, con Raúl y Luis Figo al mando, levantó un partido increíble, remontó un 0-2 adverso al Roma en plena semana de demolición deportiva, y se mantiene vivo en Europa, cuando el guión inicial apuntaba al abismo.

En tiempos de crisis, Raúl y Figo se ponen los galones. Lo de Raúl fue espectacular. Firmó dos goles, provocó el penalti y resucitó a un equipo, que sigue viviendo en el alambre. A su lado, Figo no se arrugó, pidió siempre la pelota y demostró su carácter en los días clave. Con Raúl y Figo «picados» y con Zidane entregado, aun estando lesionado, el Madrid salió a flote en un partido repleto de épica, al más fiel estilo de las noches europeas. Sin embargo, el Madrid no arranca de inicio. Su fragilidad defensiva, su falta de tensión fue alarmante en el primer cuarto de hora. A los tres minutos De Rossi adelantó al Roma, Raúl reaccionó de inmediato sin suerte, pero el Roma con el triángulo Mancini-Totti-Cassano hizo mucho daño. A los 21 minutos, Cassano hizo el segundo. Iker hace milagros, pero no todos los días. Dos llegadas, dos goles.

Fue en ese instante cuando el Real Madrid reaccionó de verdad. No hay nadie que pueda poner en duda la actitud de este colectivo, un grupo sin cohesión, pero honesto en el campo, con una disposición asimétrica y una plantilla descompensada. Envuelto en el ansia y la angustia, surgió Raúl antes del descanso para acortar distancias. Otro gol de garra. Como el de San Mamés, apareciendo por sorpresa, ayer con un toque final de Traianos Dellas, que no pudo atrapar el espigado Pelizzoli. El segundo tiempo comenzó enseguida con suerte para el Madrid. El Roma tiró el partido con una acción absurda. Panucci dio un empujón a Raúl dentro del área y penalti al canto. Figo ponía el empate. Comenzaba otra historia.

Con un hincha volcado, que perdona todo, y que aplaude reacciones de raza que sirven para camuflar el laberinto del equipo. El Roma intentó reaccionar pronto. Figo se dio un festival a costa de Candela. Y Ezio Sella lo cambió por Luigi Sartor para atemperar la hemorragia. García Remón mandó a la ducha a Celades. Con una tarjeta y a punto de ver la segunda, optó por dar salida a Guti. El Roma se atrincheró. Sacó lo peor del fútbol italiano, Dacourt y De Rossi se echaron atrás, con Perrotta de escudero. A Dellas, el central griego, se le acumulaba el trabajo. El Real Madrid comenzó a abrir el campo. Y abrirlo bien. Con Figo extraordinario. Encarando, buscando el uno contra uno con éxito y decisivo en el 3-2 que remachó Raúl a la red. En pleno éxtasis, con ventaja en el marcador, Roberto Carlos se ganó el aplauso con golazo soberbio. Un toque lleno de efecto, con veneno, que se fue dentro.