Petacchi, quien ya ofreció parte de su repertorio en Burgos,
Zaragoza y Valencia, dio la impresión de que cada vez tiene a sus
rivales más alejados en materia de velocidad.
Si su equipo funciona bien en aquello de poner el pelotón en
fila y a mil por hora, el no falla. Lo saben el alemán Zabel y el
australiano O'Grady, cansados ya de ver el dorsal del ciclista de
La Spezia.
El sucesor de Cipollini entró con tiempo de mirar hacía atrás,
no fuera que alguien osara sorprenderlo, y sin el menor síntoma de
preocupación alzó los brazos cuando el cronómetro marcaba 4h.01.55,
a una velocidad media de 42,759 kms/hora y de 65 en la recta de
llegada. Con esas prisas acertar el pronóstico no es de sabios.
El ganador relegó a Zabel a la segunda plaza y al español Pedro
Horrillo a la tercera. O'Grady quedó cuarto. En la general no hubo
cambios y Heras saldrá de Málaga con la prenda dorada camino de
Granada, con Paco Mancebo a 35 segundos y Alejandro Valverde a 49.
El corredor del CV-Kelme disfrutó de una jornada soleada, idónea
para curar sus heridas.
Cuarta victoria
Petacchi logró su cuarta victoria, justo el día después de afrontar
el Calar Alto, donde los esprinters pasaron las de Caín. El
italiano se dio un homenaje tras inmenso esfuerzo y así también se
anotó la duodécima etapa en la ronda española, la número 21 de la
temporada y la 78 de su palmarés. Datos que le permiten marcharse
tranquilo a casa.
La jornada no se apartó del guión establecido, es decir,
escapada consentida de gente sin peligro en la general y control de
los equipos de los esprinters para que las diferencias no fueran
exageradas. De animar la carrera se encargaron 4 hombres: Herbert
Gutiérrez, Josep Jufré, De Weert y Hulsmans. Muy animosos ellos,
pero nunca con ventaja superior a los 2 ó 3 minutos. Saltaron en el
km 40 y cedieron a 12 kms de Málaga.
A partir de ahí, lo de siempre: el Fassa a todo tren y el
Cofidis intentando colocar bien a O'Grady. Y claro, los Trenti,
Ongarato y compañía pusieron en bandeja la victoria a 200 metros de
meta. Y Petacchi firmó su regreso a la pista de alta velocidad con
el acostumbrado éxito.
La etapa también será recordada por la baja de otro corredor de
la lista de favoritos iniciales. El estadounidense Tyler Hamilton
no tomó la salida. El campeón olímpico contrarreloj y vencedor en
Almussafes, se marcó a casa con el estómago inflamado.
Retirada
El gran protagonista de la jornada fue el ganador de etapa. El
italiano Alessandro Petacchi señaló que no podía dejar escapar el
triunfo en la meta de Málaga después del gran trabajo realizado por
sus compañeros para controlar toda la etapa.
«Mis compañeros han trabajado toda la etapa y al final yo he
ganado. El Cofidis tiró para intentar ganar con O'Grady,
especialmente a tres kilómetros de la meta, pero no han podido. En
la montaña es verdad que Erik Zabel se mueve mejor que yo, pero
cuando me encuentro bien soy el más rápido. Todos estamos cansados.
En el sprint no tenía a nadie a mi lado y eso significa que estoy
muy fuerte», indicó.
El de La Spezia apuntó que «es muy difícil ganar más de las
cinco etapas como hice el año pasado», algo que igual hubiera
podido lograr el día de Caravaca cuando sufrió la caída Alejandro
Valverde.
Así, Petacchi, a pesar de que «sería importante», no cree que
vaya a llegar a la conclusión de la Vuelta en Madrid y ya piensa en
nuevos objetivos.
«Estoy muy cansado y quiero preparar la París-Tours por lo que
no se si podré acabar. La Vuelta es muy dura. Alguien ha dicho que
no llegaría a Madrid porque había muchos puertos. Si no llego a
Madrid es porque yo no quiero, comentó.
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