Los espectadores asistieron en una sola noche a la irrupción de
estos nuevos prodigios de las vallas altas y el fondo, a la
reconversión de Marion Jones en atleta del montón -quinta en
longitud-, al récord olímpico de la cubana Osleydis Menéndez en
jabalina (71,53) y a un nuevo fracaso de la británica Paula
Radcliffe, esta vez en 10.000 metros.
La final de vallas había quedado abierta tras la eliminación del
favorito, el estadounidense Allen Johnson, que se había estrellado
contra un obstáculo en semifinales, y Liu no dejó pasar la
oportunidad. Tenía la segunda mejor marca mundial del año (13.06) y
ayer la mejoró de golpe en 15 centésimas.
Liu fue el más rápido en partir (139 milésimas) y mediada la
prueba ya iba un metro por delante de todos. Batió por 27
centésimas al estadounidense Terrence Trammel, y el cubano Anier
García, que defendía el título olímpico, llegó desde atrás para
ganar el bronce con 13.20, una centésima por delante del jamaicano
Maurice Wignal.
La gran esperanza china para Pekín, nacido en Shangai, se
adelantó a sus Juegos, como su compañera Huina Xing, y en su
tierra, dentro de cuatro años, podrán defender sus coronas
olímpicas.
El año 2002 Liu dio muestras de sus facultades al batir con un
registro de 13.12 el récord mundial júnior que tenía el
estadounidense Renaldo Nehemiah desde 1978.
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