SUIZA (13+11): Ebinger, Brogli (-), Liniger (-), Ursic (5), Stettler (-), Brungger (1), Kostadinovich (7) -equipo inicial- Kurth (3), Furer (2), Gautschi (3), Scharer (2,2p), Lima (1).

ESPAÑA (13+13): Hombrados, A. Entrerríos (1), Prieto (-), Fernández (2), Ortega (3), Hernández (2), García -equipo inicial- R. Entrerríos (1), Belaustegui (5), Garabaya (-), Romero (3), García Parrondo (8,1p), O Callaghan (1).

Marcador cada cinco minutos: 2-2, 5-4, 8-7, 10-8, 12-10, 13-13 (descanso), 16-15, 19-16, 20-19, 22-21, 23-22, 24-26.

Arbitros: Marjan Nachevski y Dragan Nachevski (Macedonia). Excluyeron a Stettler, Brungger, Furer, Lima y Gautschi por Suiza y a A. Entrerríos, Belaustegui, Hernández y Garabaya.

Incidencias: Partido de la primera jornada de la fase principal de clasificación, Grupo I, del Campeonato de Europa de Eslovenia disputado en el Pod Golovcem de Celje ante unos 500 espectadores.

Efe|CELJE
La selección española de balonmano sufrió en exceso ante Suiza, el rival más cómodo de los que tendrá que lidiar en esta segunda fase, y finalmente logró una victoria agónica que le permite mantenerse a flote en el Campeonato de Europa. España estuvo contra las cuerdas durante todo el partido. Desde el minuto dos con tantos de Mariano Ortega y de Jesús Fernández que pusieron el marcador 1-2 a su favor, España no volvió a recuperar la superioridad en el marcador hasta el minuto 59. Tan sólo a sesenta segundos del final. El equipo de César Argilés no levanta cabeza. Salvó este primer escollo con una excesiva dificultad, lo que hace temer lo peor dado que mañana se enfrentará a Rusia y pasado a Suecia. En la primera parte frente a Suiza, el equipo español rememoró el encuentro frente a Dinamarca, sólo que en esta ocasión tampoco funcionaba la defensa. España presentó una defensa 5-1 que no daba los frutos apetecidos. Dejaba algunos huecos importantes, lo que facilitaba las penetraciones de los suizos. Argilés buscó la posibilidad del sistema 3-2-1, lo que tampoco le favoreció, y posteriormente mutó a 6-0. No daba con la fórmula. A cualquiera de estas variantes el contrario le encontraba soluciones con facilidad. Según iba transcurriendo el partido, el 6-0 se convirtió en la opción más acertada después de algunas combinaciones y la retaguardia pareció asentarse.