FC Barcelona 0
Real Zaragoza 1

FC BARCELONA: Valdés, Reiziger, Oleguer, Márquez, Oscar López, Cocu, Gerard, Davids, Saviola, Ronaldinho y Kluivert.
Cambios: Overmars por Kluivert, Xavi por Cocu y Luis García por Márquez.

ZARAGOZA: Lainez, Rebosio, Alvaro, Milito, David Pirri, Cuartero, Ponzio, Galletti, Savio, Drulic y Yordi.
Cambios: Villa por Yordi, Generelo por Cuartero y Cani por Savio.

Àrbitro: Carlos Megía Dávila (Comité Madrileño). Mostró la cartulina amarilla a Alvaro (m.9), Cocu (m.25), Cuartero (m.28), Kluivert (m.32), Gerard (m.35), David Pirri (m.36), Ponzio (m.51), Davids (m.66), Oleguer (m.69), Generelo (m.77) y Ronaldinho (m.80).

Gol:
0-1, minuto 74: Villa, de penalti.

David Àlvarez|BARCELONA

El nuevo Zaragoza de Víctor Muñoz, con una victoria mínima y de penalti en el Camp Nou, puso algo más que los cimientos para convertirse en semifinalista de la Copa del Rey y metió a su rival, el Barcelona, en una nueva crisis, al destapar todas sus carencias. Ni la presencia conjunta de las figuras de ataque azulgrana, ni la aportación de Edgar Davids, que tras dos partidos como local sigue sin conocer el triunfo, sirvieron para evitar que un equipo como el zaragocista, que había caído recientemente en el mismo escenario por 3-0, alejase a la afición barcelonista de uno de los escasos objetivos con los que se le permitía ilusionarse como es el torneo copero, ya que en la liga la meta admitida sólo pasa por el cuarto puesto.

Desde los primeros instantes de partido quedó en evidencia cómo podía acabar todo, después de que un rebote de la defensa del Barcelona estuviese a punto de ser aprovechado por Drulic, el jugador que provocó el penalti de la victoria del Zaragoza. El Barcelona echó de menos el juego por los flancos pero, ni la posterior entrada en el segundo tiempo de Luis García y Overmars, le permitió llegar con claridad a la meta aragonesa.

Así, y ya avanzado el segundo tiempo, Drulic, originó una polémica pena máxima y llegó el posterior tanto de Villa, quien tuvo que chutar por dos veces, después de que el colegiado anulase su primera ejecución. El conjunto catalán acabó desquiciado y jugando a impulsos, sin cerebro y enojando a la hinchada culé.