Efe|EL BARRACO
El pueblo abulense de El Barraco se quedó ayer pequeño para las más de dos mil personas que acudieron al funeral y posterior entierro del ex ciclista José María Jiménez, fallecido el pasado sábado en Madrid de un paro cardiaco.

El pueblo entero y buena parte del pelotón nacional, además de multitud de periodistas y ciclistas aficionados, acudieron ayer a dar el último adiós al «Chaba» Jiménez en una triste ceremonia que estuvo cargada de recuerdos. Chente García Acosta, Roberto Laiseka, Martín Perdiguero, Alvaro González de Galdeano, Luis Pérez, Abraham Olano, Félix García Casas, Mikel Zarrabeitia, Eladio Jiménez o Juan Miguel Mercado, además de Dori Ruano, fueron algunos de los «compañeros de fatigas» que hoy se unieron al dolor de la familia del fallecido en El Barraco. También estuvieron presentes los directores deportivos Eusebio Unzue y Manolo Sáiz, el vicepresidente de la Federación Española de Ciclismo Roberto Coca y el director general de Deportes de la Junta de Castilla y León, Jesús María Sanz, además del seleccionador nacional Paco Antequera.

Acudió también al funeral el presidente de la Federación Española de Corredores, Jesús Rodríguez, y hubo además representación de la Asociación Española de Organizadores de Carreras. Los restos mortales del «Chaba» recorrieron el corto trayecto que hay desde el tanatorio hasta la iglesia a hombros de seis amigos del fallecido. Tanto a la entrada como a la salida de la ceremonia, que tuvo una duración aproximada de 45 minutos, el féretro que contenía los restos mortales de José María Jiménez recibió una sonora y prolongada ovación.

Tras la ceremonia, únicamente familiares y amigos acompañaron al cuerpo del ex ciclista hasta un cementerio situado a dos kilómetros del pueblo. Coca declaró tras la ceremonia que «el Chaba fue un grandísimo ciclista, pero como persona tenía aún más gancho».