JUVENTUS: Buffon; Thuram, Iuliano, Tudor, Zambrotta; Camoranesi, Tacchinardi, Appiah, Nedved; Trezeguet, y Di Vaio
Cambios:Birindelli por Di Vaio; Davids por Camoranesi y Montero por Tudor.
REAL SOCIEDAD: Westerveld; Potillón, Jauregui, Schurrer, Aranzabal, Alkiza; Lee, Karpin, Xabi Alonso, Gabilondo; y Kovacevic.
Cambios: De Pedro por Lee; Aranburu por Xavi Alonso y Nihat por Kovacevic.
Arbitro: Graham Poll (ING). Mostró cartulina amarilla a Tacchinardi (m.58), Xabi Alonso (m.69) y Appiah (m.70).
Goles:
1-0. Min.2, Trezeguet, tras regatear al meta.
2-0. Min.6, Di Vaio, de disparo cruzado.
3-0. Min.45, Di Vaio, de cabeza.
4-0. Min.63, Trezeguet.
4-1. Min.66, Tudor, en propia meta.
4-2. Min.80, Xabi Alonso, en saque de falta.
Lorenzo Martínez|TURÍN
El Juventus Turín, en un partido mucho más cómodo de lo esperado, doblegó a una inexistente y decepcionante Real Sociedad (4-2), que dejó una mala impresión, lo que pone al conjunto turinés ya casi en los octavos de final. Tanto Juventus como Real Sociedad se jugaban la tranquilidad, el estar ya casi prácticamente clasificados para la segunda fase. Y el objetivo lo consiguió el equipo turinés, que se ha plantado con el liderato en solitario del grupo con excesiva facilidad y que ha dejado casi sentenciado su pase a los octavos de final.
Era el primer enfrentamiento europeo entre ambos conjuntos y, la verdad, es que la imagen de la Real Sociedad dejó mucho que desear. Tanto que recordó la nefasta segunda parte de Albacete y desilusionó en su estreno turinés. El francés Raynald Denoueix, técnico donostiarra, ya de salida dejó boquiabiertos a propios y extraños, especialmente, al alinear al coreano Lee Chun Soo y dejar en el banquillo al turco Nihat, justo el jugador que ayer Marcello Lippi, entrenador juventino, dijo «más temer».
Además, las sorpresas siguieron con la presencia de Lionel Potillon en lugar de Aitor López Rekarte. Eso sí, se confirmó la titularidad de Jauregui (obligada por la lesión de Kvarme) y en el centro del campo de Alkiza y Gabilondo. Denoueix formaba una especie de 4-1-4-1, con la intención de hacer un centro del campo más compacto y que sirviese de primer filtro a los intentos de entrar por las bandas de del francés Thuram y del italo-argentino Camoranesi -por la derecha- y de Zambrotta -izquierda. Desde luego no acertó o sus jugadores no le entendieron.
El «puzzle» de Denoueix se rompió demasiado pronto y justo por dos despistes defensivos: el 1-0 (m.2), en pase de Camoranesi sobre un Trezeguet al límite del fuera de juego, con el que se plantó solo ante Westerveld y le batió; y el 2-0 (m.6), en un contragolpe con pase de Nedved sobre Di Vaio, que encaró a su marcador y batió al meta realista con un disparo cruzado y con efecto.
La Real Sociedad parecía dormida, no tenía presión ni tensión, y sus jugadores estaban despistados, buscando aún la ubicación ordenada por su técnico. Daban la sensación de haberse dejado impresionar en demasía por su ilustre rival. Algo extraño en un campo más vacío que con público. Y eso que Denoueix había asegurado que su equipo iba a salir con el 100 por cien de concentración.
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