El primer líder de la Vuelta dijo que la diferencia respecto al
corredor que vistió de oro en 1999 es que «ahora soy más mayor,
tengo más experiencia y si aquel día fue una sorpresa los de hoy ya
no lo es», aclaró. En la valoración de la contrarreloj por equipos
manifestó: «iBanesto ha estado a un gran nivel y en montaña darán
guerra, US Postal ha estado según lo previsto, el Bianchi por
debajo de lo previsto y el Fassa ha tenido mala suerte». González
de Galdeano, de 29 años, se sintió satisfecho por la cuarta
victoria de la saga familiar en Gijón. «Esta ciudad nos da suerte,
ya que tanto mi hermano Alvaro como yo hemos ganado aquí en la
Vuelta a Asturias y a España».
Respecto a las etapas siguientes, Igor dijo que «en la Vuelta
siempre hay movimiento desde el principio y lo normal es que haya
nervios y control. Nos tocará controlar la carrera e ir atentos,
entre otras cosas para evitar caídas», dijo el bronce
mundialista.
La voz del patrón
La Vuelta afronta su 58 edición en medio de un ambiente de crisis
que coloca la incógnita sobre el futuro de un deporte que sufre
periódicas crisis de confianza por parte de sus patrocinadores y
cuyos efectos ya padecen equipos emblemáticos del pelotón español,
como ONCE e iBanesto.com, ambos en su último año bajo esa
denominación. La Vuelta perdió a su principal patrocinador,
Telefónica, por lo que tuvo que dividir el Gran Premio entre cuatro
empresas, dato muy significativo. A pesar de ello, el director
general de la carrera, Enrique Franco, no habla de crisis, sino de
solución «a la italiana».
Según Franco, igual que los equipos tienen que compartir la
camiseta entre dos patrocinadores, «la Vuelta reparte sus diversos
frentes publicitarios entre varias firmas. Así una paga por la
marca del maillot oro, otra se encarga de las vallas.... y así
sucesivamente». Así, asegura Franco, «se ingresa más dinero».
La crisis de participación se resume en que la inmensa mayoría
de las figuras extranjeras han dado una vez más la espalda a la
Vuelta. Ningún inquilino del podio del Tour o del Giro ruedan
actualmente en tierras asturianas.
Pero lo que peor lleva la organización de la Vuelta es que
también los mejores españoles del Tour hayan renunciado a la
carrera. Enrique Franco reconoció como «una traición» las bajas de
Iban Mayo y Haimar Zubeldia, al considerar que si los equipos
españoles tienen asegurada su participación, justo sería que los
hicieran con sus figuras.
En medio del desierto caminan corredores, equipos,
patrocinadores y organizadores. La creación de la Liga de Oro para
2005, tampoco parece la solución, ya que podría perjudicar a los
equipos modestos, que no podrán participar en las carreras más
importantes, ya que lo harían los 18 mejores. Además, si los
equipos piden una parte de los derechos de televisión, las
cantidades a repartir no serían la panacea.
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